El 3 de octubre, Givenchy presentó su nueva propuesta para la temporada Primavera-Verano 2022, donde tenían especial protagonismo los colores neutros, péplums, el futurismo con toques de punk, el arte y la joyería. Sin embargo, esta última se ha convertido en una gran polémica.

Tras la controversia de Burberry en 2019 con una sudadera que incorporaba una soga como lazo, muchos esperaban que la industria de la moda hubiera prendido la lección. Pero a pesar de ello, Givechy ha vuelto a agitar las aguas con un collar de una soga al rededor del cuello. 

Este detalle no pasó desapercibido y en seguida las redes sociales comenzaron a echar humo ante la indignación de los usuarios. "¿La cantidad de personas que dan el visto bueno a estos diseños antes de salir y ninguno de ellos pensó que quizás esto no estaba bien?", comentaban en la publicación de Instagram que subió Diet Prada al respecto.

Para muchos, esta elección supone una idealización y romantización del suicidio, una epidemia que cada año suma más víctimas y que, debido a la pandemia, ha aumentado considerablemente sobre todo entre los más jóvenes.

Hace dos años, Burberry tuvo que disculparse después de que su "sudadera suicida" fuera criticada por una de sus propias modelos, Liz Kennedy, en una larga publicación en Instagram, en la que afirmaba que "el suicidio no es moda".

"No es glamoroso ni vanguardista y dado que este desfile está dedicado a que los jóvenes expresen su voz, aquí voy. Riccardo Tisci y todos en Burberry: no entiendo cómo se puede dejar un diseño parecido a una soga colgando de un cuello en la pasarela. ¿Cómo podría alguien pasar por alto esto y pensar que estaría bien hacerlo, especialmente en una línea dedicada a las niñas y jóvenes?", añadió.

"Lamentamos profundamente la angustia causada por uno de los productos que apareció en nuestra colección de pasarela Otoño-Invierno 2019", dijo Marco Gobbetti, director ejecutivo de Burberry, en un comunicado proporcionado a CNN. "Aunque el diseño se inspiró en el tema marino que se extendió por toda la colección, fue insensible y cometimos un error", agregó.

En esta nueva polémica con Givenchy, muchos se aventuraron a pensar que todo fue una estrategia de marketing, sabiendo perfectamente la repercusión que tendría subir a la pasarela modelos con una soga al cuello.

Por otro lado, algunas personas señalaron que la moda es otro tipo de expresión artística y por tanto, no debería censurarse, ya que lo que busca es incomodar al espectador y provocar una fuerte emoción en ellos.

"La moda/arte está intencionalmente enfocada a iniciar una conversación y provocar respuesta, pero vosotros tenéis que politizarlo todo que empuja los límites de la sociedad y hace que el arte valga la pena, porque no se os ocurre nada mejor sobre lo que escribir", comentaban en la publicación de Diet Prada.

GIVENCHY/YOUTUBE

De momento la firma no ha hecho ningún comunicado sobre la joya de la discordia presentada durante la Semana de la Moda de París. No obstante, otros profesionales no se han abstenido de dar su opinión. 

"No sé qué decir aquí, ante el cansino 'deseo de escandalizar' o la absoluta irreflexión. Para mí, las preguntas que son relevantes, pero que nunca obtienen respuesta, son: ¿quiénes son los que toman las decisiones entre bastidores? ¿Quién autoriza artículos tan ofensivos como este? Cuando hay una reacción, ¿se les despide?", preguntó Angela McRobbie, profesora de medios, comunicaciones y estudios culturales de la Universidad de Londres a The Guardian.

Por otro lado, Mike Sington, ejecutivo de la compañía estadounidense de medios de comunicación NBC Universal, añadió: "Givenchy muestra un 'collar de horca' en su desfile de la Semana de la Moda de París. Supongo que una esvástica, o una modelo que llevara una pistola o una capucha blanca eran demasiado atrevidas".