Entrevista | Lara Dibildos: "El tema de la fidelidad, con la vida que llevamos y con las redes sociales, lo veo complicado"

Lara Dibildos es Diana en 'Hongos'.
Lara Dibildos es Diana en la obra de teatro 'Hongos'.
VIRGINIA CUEVAS
Lara Dibildos es Diana en 'Hongos'.

La actriz y antaño colaboradora de televisión, Lara Dibildos, entra en la cincuentena pisando con fuerzas las tablas del teatro. Actualmente se encuentra inmersa en dos producciones, Hongos, una comedia irónica sobre la infidelidad, (Pequeño Teatro Gran Vía, hasta el 27 de noviembre) y No más besos, un drama que habla del amor entre dos mujeres y la intolerancia (Teatro Lara, hasta el 29 de octubre).

Felicidades por su reciente cumpleaños. ¿Cómo está afrontando llegar a los 50? ¡Muchas gracias! Pues con alegría, ¡qué le vamos a hacer! Después de todo lo que hemos pasado, ahora lo único que podemos hacer es agradecer cada día.

Siempre se ha dicho que a partir de cierta edad a las actrices les cuesta encontrar papeles, pero ese no parece un problema para usted... El trabajo de actriz lo que tiene es que hoy tienes trabajo y mañana no. Pero la verdad es que no me puedo quejar porque los últimos personajes que me han dado creo que han sido los mejores de mi vida.

En Hongos interpreta a Diana, una mujer que descubre la infidelidad de su marido porque le contagia hongos vaginales. ¿Cómo describiría a su personaje? Diana es una mujer que no es tonta, yo creo que antes de tener los hongos sabía perfectamente con quién se había casado. Imagino que ella ha estado haciendo la vista gorda o intentando solucionarlo de otras formas hasta que llega un día en el que dice: “Ya no puedo más”. Lo de los hongos es un “hasta aquí hemos llegado”. 

"Los últimos personajes que me han dado creo que han sido los mejores de mi vida."

En varias entrevistas habla de cómo afronta una mujer el tema de la infidelidad y parece que no confía mucho en la fidelidad de los hombres. ¿Lara Dibildos ha dejado de creer en el amor? (Ríe) No, en el amor no he dejado de creer. Yo sigo creyendo que puede aparecer en cualquier momento y que seguirá apareciendo. Ahora ya, el tema de la fidelidad hoy en día en general, con la vida que llevamos, con las redes sociales, que son bombas de relojería... Lo veo complicado. Aunque tengo a mi alrededor matrimonios y parejas estupendas y felices. Por eso sé que existe, pero es difícil de encontrar.

¿Y cree que, como Diana, la venganza es la solución a los problemas de pareja? (Dubitativa) No, la verdad es que creo que yo no llegaría a esa venganza, sobre todo porque yo he aprendido que, al final, la venganza a quien más daño hace es a ti mismo. No compensa. Si te dedicas a enviar al universo malas vibraciones y venganzas, al final el universo es lo que te expulsa.

La obra ya empezó levantando revuelo por su promoción “subidita de tono”, ¿hay que provocar más a cualquier edad? En un momento de la obra el personaje de Diana lleva poca ropa, pero es un momento justificado, no es una escena metida con calzador. Y, sobre todo, yo lo he llevado al humor. Obviamente si este personaje tuviera 20 años y fuera una chica estupenda, pues a lo mejor tendría otro tono. Pero yo ya con la edad que tengo y con la personalidad de Diana, evidentemente lo tiro hacia la comedia. No va de pibonazo o de mujer supersexy. Se ve que se puede tener la edad que yo tengo, tener una talla 36 y sacarle sentido del humor, hacer que el público se divierta. Porque lo primero y más importante es reírse de una misma.

Pero Lara, en el cartel se le ve estupenda. (Ríe) Muchas gracias, aunque luego en el escenario no hay Photoshop, aún no se ha inventado nada para que el público te vea con filtro. Ahí no hay trampa ni cartón.

¿Qué sensación le gustaría que el espectador se llevase al salir de Hongos? Creo que lo fundamental y lo que más necesitamos últimamente es pensar: “He desconectado completamente de los problemas que tengo y me voy con una sonrisa”. Además, también te llevas un mensaje: da igual que tengamos 30, 40 o 50 como Diana, si tienes que cambiar de vida y buscar la felicidad, hazlo.

"En el escenario no hay 'Photoshop', aún no se ha inventado nada para que el público te vea con filtro."

¿Y aplica eso en su vida? Yo me lo aplico desde hace ya un tiempo y me va mucho mejor. Sigo soltera, aún más soltera, pero quizá por eso, porque ya no me da miedo el estar sola. Sólo quiero estar con alguien si realmente encuentro una pareja que sea un compañero de viaje y me haga feliz. Si no, no hace falta.

También está enfrascada en otros proyectos profesionales, como la obra No más besos. ¿Cómo es pasar de interpretar una comedia alocada como Hongos a la historia agridulce de No más besos? Es una locura. Hay días como el viernes que salgo de hacer Hongos y voy literalmente corriendo por la Gran Vía para llegar al Teatro Lara y hacer No más besos. Así que es una paliza, con dos personajes muy intensos, pero son dos regalazos para una actriz. Esto sólo te pasa una vez en la vida, el poder estar en Madrid con estos dos personajes.

Hablando de emociones intensas, está trabajando en su primer libro, en el que narra su experiencia con el cáncer. ¿Cómo está siendo el proceso de escritura? (Ríe) Esto se me escapó un día y ahora todo el mundo me pregunta. Es un proyecto en el que empecé en la cuarentena porque siempre había querido responder a toda la gente que me pregunta sobre el cáncer de tiroides. Decidí escribirlo con mucho sentido del humor, que es lo que me ha ayudado siempre, pero también respetando ciertos momentos muy duros sin maquillarlos. Otra cosa ya es que me lance a llevarlo a una editorial, aunque creo que debería hacerlo porque puede ayudar mucho. Pero para eso sí que voy a necesitar valor.

"Sigo soltera, aún más soltera, porque ya no me da miedo el estar sola."

Volviendo a la promoción de la obra, pasó por varios programas televisivos y la gente pensó que volvería como colaboradora, ¿se ha planteado esa posibilidad? (Rotunda) No, era sólo para promocionarla. A mí la televisión me encanta, he hecho muchísima y cada vez que vuelvo me divierto. Pero no es mi vocación. A lo mejor presentar algo divertido me gustaría. Pero ser colaboradora y tener que estar opinando de todo el mundo y de cómo se comportan... Ahí no me siento cómoda. Yo creo que en esta vida hay que trabajar, eso es fundamental, pero te tiene que llenar un poquito y tienes que valer para ello. Y yo me quedo con el teatro, la verdad.

No para quieta, pero parece que siempre tiene tiempo para su familia ¿cómo compagina la faceta profesional y personal? Al final yo no paro en todo el día, hago lo que puedo, pero como muchísimas madres, no es que sea diferente. Por eso tengo que dar gracias a tener una madre como la que tengo, a la que le he podido dejar durante muchos años a mis hijos cuando eran más pequeños y así poder trabajar tranquila.

"Ser colaboradora y tener que estar opinando de todo el mundo y de cómo se comportan... Ahí no me siento cómoda."

En una de sus últimas actuaciones rompió a llorar. ¿Cómo le hace sentir la vuelta al teatro tras la pandemia? Lo hemos pasado muy mal, ha sido poner mucho de nuestra parte para salir a un escenario con un 33% de aforo nada más, poquita gente. Los números salían a regañadientes. Pero había que abrir telones y volver a dar confianza a la gente para que volviera. Por eso, al ver un sábado el teatro a reventar aplaudiendo y encima en mi final, que es un poco emotivo, pues me hinché a llorar.

Y ahora, ¿cómo ve el futuro? Todo lo que pido es que continúe como estoy, que tengo trabajo para saber con cuánto cuento cada mes y tener una seguridad ¡Es dificilísimo! Yo, de verdad, me quedaría tal y como estoy ahora mismo.

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