Este jueves, Telecinco emitió una nueva entrega de Secret Story. La gala, presentada por Jorge Javier Vázquez, estuvo llena de tensión entre dos bandos que cada vez son más desiguales. 

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La mayoría de los habitantes de la casa decidió darle la espalda a Miguel Frigenti desde que, la semana pasada, contara que Isabel Rábago le había tratado mal en las reuniones de Ya es mediodía, un comentario que tuvo mucha repercusión tanto dentro como fuera de la casa de Secret Story.

Para algunas, como Sofía Cristo, es imperdonable que el periodista utilice tramas del exterior para dejar en evidencia a sus compañeros de concurso, algo que el colaborador de Sálvame repitió este jueves con Sandra Pica, la exnovia de Tom Brusse. Lo hizo mientras esta le atacaba por hacer un complot de cara a las nominaciones y por no ejercer una competencia limpia.

Visiblemente enfadado, Frigenti acusó a Pica de haber enseñado vídeos privados de su expareja, Tom Brusse, a todos los colaboradores de Mediaset. La catalana, fuera de sí, lo negó rotundamente y gritó que se marchaba, aunque luego reculó, llamó "víbora" a Frigenti e incluso se marchó del salón.

Un poco más tarde y también más calmada, la joven le lanzó un mensaje de tranquilidad a su madre, Sonia, pero de poco sirvió. Desde plató, la empresaria, que suele asegurar una y mil veces que ni ella ni su hija quieren televisión, acusó a Miguel Frigenti y a sus compañeros de causarle a la joven los problemas digestivos que la tuvieron ingresada hace unos meses: “Estoy hasta las narices de que se le rían las gracias a cuatro mamarrachos y a ella se la crucifique”, dijo.

Además, explicó que el asunto mencionado por Frigenti no era real, pues ni ella ni su hija tenían esos vídeos, y que se trataba de un asunto ya judicializado. Eso sí, no compartió su versión su exyerno, Tom Brusse: desde sus historias de Instagram, dijo que las palabras de Frigenti eran ciertas y le mostró su apoyo.