Telecinco emitió este miércoles un nuevo capítulo de La última tentación. En esta segunda entrega, tuvo lugar el círculo de fuego entre Marina García y Lucía Sánchez. Se trata de una novedad del programa que consiste en juntar a dos personas para que dialoguen e intenten solucionar sus asuntos pendientes.

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La conversación debe durar mientras las llamas no se apaguen y, en ese momento, la primera persona en entrar en el círculo decidirá si la otra debe quedarse o marcharse de República Dominicana. El primer círculo de fuego estuvo protagonizado por Gonzalo Montoya y Fani Carbajo, que se dedicaron todo tipo de improperios.

Sin embargo, finalmente Carbajo quiso que Montoya se quedara en la villa. Y, aunque parecía imposible, lo mismo ocurrió con el encontronazo entre Marina y Lucía. Para la sevillana, todo el mundo merece una segunda oportunidad: "No la iba a echar, no soy mala persona como otras personas que hay aquí", comentó Marina al llegar a la isla.

La discusión previa a esa decisión fue muy dura y dejó claro que las heridas seguían aún muy abiertas. Y es que fue solo dos meses antes cuando ocurrió todo: Isaac Torres dejó a su novia, Marina García, para comenzar una relación dos días más tarde con Lucía Sánchez, que era amiga de ambos. 

Por ello, se trató de una ristra de reproches que no llevaron a ningún sitio y terminó con ambas perdiendo los nervios. Ambas mantuvieron las versiones de siempre: García mantuvo que su amiga se acostó con su exnovio antes de que Torres terminara su relación con ella. 

De hecho, aseguró que una vez ocurrió cuando ella se acababa de dormir en la misma cama. Por su parte, Sánchez lo negó todo y consideró que lo que había hecho era una traición, pero no un engaño, pues unos días antes le había confesado sus sentimientos por Isaac a Marina.