La portavoz del Grupo Municipal de Podemos, Marga Arroyo, fue la primera en advertir de los mensajes "desenfocados" de la campaña y apuntó que en ella "falta audacia para abordar problemas" que se derivan de la prostitución y la trata.
A estas críticas se han sumado otras como las provenientes de la Plataforma Abolicionista de Burgos, que ha trasladado a través de un comunicado su rechazo a la campaña exigiendo su inmediata retirada por parte de las autoridades.
Para este colectivo, la campaña distorsiona los mensajes al llegar a ilustrar en dos carteles en los que se señala a una mujer que engaña a otras mujeres y niñas para introducirlas en la prostitución.
La plataforma se ha preguntado si esta es la imagen que mejor plasma el proxenetismo y ha lamentado que en vez de dirigir la campaña "al putero que compra el cuerpo de una mujer", se centre en culpabilizar a las mujeres de la violencia machista que se ejerce sobre ellas.
Desde el Área de Mujer de Izquierda Unida también se ha trasladado el rechazo a la campaña municipal y se ha lamentado que "se culpe a las mujeres de los males de la humanidad" de manera constante.
Para la formación política, las imágenes que se han utilizado para esta campaña del Ayuntamiento de Burgos perpetúan este mensaje y suponen "un atentado contra la dignidad de la mujer".
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