El proyecto de la futura residencia de mayores, anunciado por las conselleiras de Política Social y de Infraestructuras en el 2020, ofrecería 120 plazas para atención a mayores suponiendo la creación de 110 puestos de trabajo y supondría una inversión total de 12 millones de euros que aportaría la Fundación Amancio Ortega.

Por todo ello, en su momento, la titular de Política Social, Fabiola García, aseguró que sería "una residencia de referencia a nivel europeo".

Sin embargo, el proyecto no ha recibido luz verde del pleno municipal al solicitar PSOE y BNG la retirada del punto del día, que salió adelante con sus votos y tres de los no adscritos.

Por el momento no se ha podido modificar el Plan de Urbanismo para darle el uso residencial al terreno que pide la Xunta de Galicia.

La concejala de Urbanismo, Sonia Ogando, ha subrayado la importancia de la obra asegurando que todos los informes "son favorables" y el regidor municipal ha destacado que "es de agradecer que vengan millones de euros de fuera de Ourense para algo de interés para la sociedad".

La portavoz socialista, Natalia González, ha criticado "la mala planificación urbanística" afeando que "no jugarán al Tetris de Jácome" ni "al Monopoly del PP", reiterando que la construcción de la residencia "fue la excusa" para la realización de la nueva estación de autobuses.

Una visión similar ha dado Luis Seara, portavoz del BNG, que ha recordado que los vecinos que cedieron sus fincas solo lo hicieron para la estación, por lo que quieren más información antes de dar luz verde a un proceso que "puede acabar con indemnizaciones de más de tres millones de euros".

Una premisa a la que ha respondido el regidor, Gonzalo Pérez Jácome, trasladando que sería "la Xunta la que tuviese que pagar las indemnizaciones" y apostillando que, "aunque fuese el Ayuntamiento, tres millones para la inversión que es no sería nada".

Así las cosas, el único punto resolutivo de la orden del día se volverá a llevar al próximo pleno municipal en busca de consenso ya que había sido aprobado en primera instancia en la Junta de Portavoces.

EXPULSIÓN DEL PLENO

Por otro lado, alcalde expulsó del pleno a su excompañera de partido, ahora en el grupo de no adscritos, María Dibuja, por responder a las críticas de la portavoz municipal del Partido Popular, Flora Moure.

Moure aprovechó un turno posterior para tildar de "bochornoso" el voto de los no adscritos. "Lo que ha pasado aquí hoy con los no adscritos es más que bochornoso, ustedes solo se mueven por intereses personales, por rabia y por odio".

A esas palabras ha querido responder Dibuja desde su asiento, pero sin que se llegase a entender que decía el alcalde la amonestó con tres llamadas al orden y abandonó la sala.