Ella era la favorita desde el primer programa, aunque durante la final hubo justificados momentos de duda. ¿Iba a perder Carmen Farala la corona de Drag Race España en el photo finish? El motivo de esta tensión, que fue muy agradecida para hacer más emocionante la final, fue el nivel de sus compañeras, especialmente Killer Queen.

Aunque no comenzó siendo de las más destacadas del concurso, Killer Queen ha ido creciéndose y dando en el clavo cada vez con más tino, especialmente en las últimas semanas. Esa gran evolución, que fue alabada por todos los miembros del jurado en las valoraciones finales, se completó con un último programa muy bueno: brilló por encima de sus compañeras en el videoclip (reto principal del programa), deslumbró en la pasarela con su espectacular vestido, con el que homenajeaba a Úrsula, de La Sirenita, y al icono drag Divine, y clavó el 'lipsync', prueba en la que siempre se desenvuelve muy bien.

Sin embargo, Farala se guardaba un as bajo la manga. El citado 'lipsync' final fue con la canción de Rocío Dúrcal La gata bajo la lluvia, primer y aplaudido tema folclórico del programa. Carmen Farala supo hacer una emocionante interpretación que llegó a su primer punto álgido cuando, en un momento instrumental, caminó hacia el fondo del escenario mientras se quitaba la cola de su hermoso vestido de estrella de Hollywood para, momentos después, lanzarlo hacia adelante en el momento justo de cantar "¡amor!".

Pero faltaba lo mejor, lo que hizo disipar cualquier duda sobre quién debía ser la ganadora. En el momento álgido de la canción, Carmen se quitó la peluca y reveló otra que escondía debajo, una segunda peluca, mojada, como gata bajo la lluvia.

Con ese sencillo pero efectista recurso, Farala remató una impecable trayectoria en la que no ha fallado ni una sola vez. Durante todo Drag Race no solo ha brillado en los retos de moda, sino que ha demostrado tener también una gran versatilidad y soltura en las pruebas de interpretación, baile, comedia...

Con 31 años, sevillana de nacimiento y residente en Madrid, Carmen Farala ha hecho gala de un perfeccionismo que la ha convertido en la primera superestrella de Drag Race España y le ha permitido hacerse con el premio de 30.000 euros.