La actriz Kate Beckinsale ha contado en una entrevista para el Sunday Times por qué nunca ha usado bótox en su cara y por qué nunca lo usará y la respuesta tiene que ver con su madre. 

La actriz, de 47 años, contaba que su familia tiene una buena genética, lo que les hace parecer más jóvenes. "En general, mi familia parece más joven", afirmaba antes de bromear: "Incluso mi perro tiene nueve años y parece un cachorro".

Y aunque no está en contra de que la gente use bótox para corregir arrugas e imperfecciones, le "cabrea" que la gente diga que ella lo usa. 

"Tengo miedo de paralizarme la cara", reveló sobre sus motivos. Y ese miedo viene de las advertencias de su madre. "La voz de mi madre está en mi cabeza, muy fuerte, en todo momento. Mi madre ni siquiera se haría un tratamiento facial, sospecha de algo así, y se ve jodi... radiante y asombrosa. Lo sé. Si me hiciera bótox, yo sería de las que tendrían los ojos caídos, y mi madre diría, '¡Te lo dije! ¿Ves? Nunca debiste hacerte eso'".

Sin embargo hay otros tratamientos que sí se hace la actriz, pues recibe inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP).

"Me gusta el PRP, cuando toman tu sangre [plasma] y lo reinyectan en tu piel", dijo. "Eso es algo real, de tu propio cuerpo. ¡Pero no son cosas venenosas aterradoras!", dijo en contraposición al bótox.