La designación de Roldán como nuevo jefe del servicio se produce justo después de la dimisión de Alberto Saiz del cargo, al parecer, por presiones internas. Las acusaciones contra el propio Saiz sobre la presunta utilización de fondos públicos para fines particulares han forzado finalmente su salida.

Saiz llegó a comparecer a a puerta cerrada ante la Comisión de Secretos Oficiales después de que el diario El Mundo publicara una serie de denuncias realizadas supuestamente de forma anónima por miembros del CNI. Según lo publicado, el jefe de los espías españoles habría viajado a diversos países a cargo del Estado para practicar la pesca o habría colocado en el centro a familiares y amigos.

El director del CNI aportó durante su comparecencia parlamentaria una serie de facturas para demostrar que nunca ha utilizado dinero público para sus gastos privados, y atribuyó las acusaciones a las "resistencias al cambio" que se ha encontrado en el centro en los últimos cinco años.

Saiz llegó a la cúpula del CNI en 2004 de la mano del entonces ministro de Defensa, José Bono, en sustitución de Jorge Dezcallar y fue renovado hace apenas dos meses en el cargo. Desde la presidencia, el jefe del Gabinete socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que tomaría una decisión sobre la sustitución de Saiz una vez concluyera la investigación de Defensa, aunque no ha hecho falta esperar a sus conclusiones para aclarar su futuro.