Novedad importante en las aulas: la consejera de Educación, Isabel Celaá, anunció este jueves en el Parlamento vasco que los escolares matriculados en modelo A también estudiarán asignaturas impartidas íntegramente en euskera.

Supone un cambio notable en la actual política lingüística, que lleva inalterada desde la década de los 80. «Es muy difícil entender que después de estudiar euskera en el colegio durante trece años tres horas a la semana el resultado sea el fracaso», apuntó Celaá. Se refería a que, según los estudios oficiales, ningún alumno del modelo A (todas las materias en castellano) sabe euskera al terminar Secundaria.

A esta declaración de intenciones le falta hilar más fino. La consejera no especificó qué asignaturas y cuántas en total serán impartidas en euskera en modelo A.

En una sociedad tan dividida, el plan de la consejera podrá resultar brillante o ineficaz, según criterios.

Celaá defiende que su idea combina dos virtudes: Por un lado, respeta la libertad de los padres para matricular a sus hijos en la lengua que deseen. Y por otro, refuerza la lengua vasca en un modelo lingüístico donde hasta ahora este idioma era casi un desconocido.

Pero los detractores de la consejera le echarán en cara que mantenga una política lingüística que fracasa en su intento de formar ciudadanos bilingües.

Un estudio del Gobierno vasco en 2007 concluyó que al terminar la ESO sólo alcanzaban el nivel B-2 de euskera (equivalente al First en inglés) el 68% de los alumnos de modelo D (todas las asignaturas en euskera), el 33% del B (mitad euskera y mitad castellano) y el 0% del A.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE BILBAO