La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dicho este miércoles que está "a la espera de las indicaciones de los servicios jurídicos municipales" para decidir si se vuelve a colocar la efigie del Rey en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Lo ha dicho después de que el Tribunal Supremo (TS) haya dictado que es una "norma básica" para todos los ayuntamientos y desestimara el recurso que había interpuesto el consistorio.

"Actuamos correctamente cuando retiramos el busto. Fue una decisión correcta y legítima", ha defendido la primera edil en la rueda de prensa para despedir al hasta ahora teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, que deja el cargo para jubilarse.

En una sentencia emitida este martes, el Tribunal Supremo rechazó un recurso del Ayuntamiento de Barcelona y estableció que el reglamento que obliga a colocar la efigie del rey en los consistorios tiene carácter de norma básica y ordena que en todos los municipios "esté presente el símbolo de la forma política del Estado" en un lugar "preferente".

El origen del conflicto se sitúa en el Reglamento Orgánico Municipal de Barcelona que aprobó en 2015 el pleno de la corporación cuando ya estaba al frente del consistorio Ada Colau.

Su artículo 75.2, ya declarado nulo, indicaba que "la representación de elementos simbólicos e institucionales presentes con carácter permanente en el salón de sesiones ha de responder a la singularidad histórica y de capitalidad de Barcelona, y a los principios democráticos, de neutralidad religiosa y de catalanidad."

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en respuesta a un recurso de la Delegación de Gobierno, lo anuló y ahora el Supremo ha confirmado esa decisión.

Los magistrados no discuten que pueda haber una "regulación municipal" sobre esta materia, pero ésta debe ser "complementaria y respetuosa con el reglamento estatal", y no puede ser desplazado por las normas municipales.