Llegar hasta Paulina Rubio no es fácil. Pero ella es una estrella internacional, y las esperas constituyen algo normal,
tanto para su cohorte como para la prensa, cuando se trata de arrancarle una entrevista.
Ella, que este martes lanza desde Madrid a nivel mundial su nuevo disco,
Gran City Pop (Universal),
se muestra complaciente, no acusa el jet lag y se deshace en cariños con su yorkshire Carlota –"gordi ven…"-. Genio y figura.
En mi disco hay una mezcla de sabores y olores y se habla inglés y español: el espanglish es clave
¿Qué tiene y como se vive en esa ciudad virtual que ha inventado?
Hay una multicultura, una mezcla de sabores y olores y se habla inglés y español: el
espanglish es clave. El título lo puedes escuchar en cualquier parte del mundo, son tres palabras que se conocen, y con ellas queríamos comunicar esa globalización.
Gran City Pop huele a rosas, a claveles, a tequila y a vino tinto. ¡Y a comida!
¿Quién sufrió más durante el proceso de creación del disco, usted o su dieta?
Mi dieta, porque comía de todo. Pero lo bueno es que ya me he puesto a raya…
¿Cómo eran sus jornadas de trabajo?
El proceso ha sido muy largo y cansado. Hemos hecho muchas versiones de cada canción hasta llegar al punto en el que ha sido editado. Pero han pasado más de dos años y creo que la gente de mi alrededor es la que lo ha vivido más que yo.
¿Cuántos aviones coge al mes?
No los cuento, pero hago millones de millas…
Así será imposible tener contenta a la familia.
Me quieren, y el amor es ciego (risas).
Defina en una palabra a los siguientes personajes.
Alejandro Sanz: Único.
Obama: Mi máximo.
Camila: Queridísimos talentos.
Madonna:
Icon (sic).
¿Piensa ya en la gira?
Va a empezar a finales de verano, más bien en otoño. Para mi es súper importante hacer una gira mundial para presentar
Gran City Pop, que es niño…
A lo largo de mi vida he sabido tener mis sabáticos para reinventarme
¿No siente a veces como si interpretara un papel?
No considero que sea un personaje, creo que soy un ser humano que no divide al artista de la mujer, no me siento víctima de mi entorno. A lo largo de mi vida he sabido tener mis sabáticos para crear, para reinventarme.
¿Qué hace cuando desconecta?
Me escapo, ¡me pierdo! No me ve ni el polvo (risas). Improviso, me
camuflajeo…
¿Qué balance hace de su carrera?
Lo importante no es llegar, sino mantenerte. Y eso es gracias a un público de muy pequeños, de medianos y grandes.
Es que usted empezó siendo una niña.
Claro, pero también mi público ahora es muy joven. Y eso me da la oportunidad de echar raíces, porque me quieren y es un público fiel.
¿Qué canción le hubiera gustado componer?
All you need is love, de los Beatles. Es muy especial para mi y un clásico del rock and roll que todo el mundo conoce. Me encanta.
¿Qué más escucha?
Me gusta mucho Queen, los Bee Gees, el buen rock and roll, Elvis Presley…
Mis papás siempre me llevaban a conciertos de rock
Tiene un lado rockero…
Mucho. Es que mis papás siempre me llevaban a conciertos de este tipo, fueron mi primeras identidades de música.
¿Se ve dentro de unos años como una abuela feliz?
¡Ay sí! Imagínate ser una abuela amargada…
¿Cuántos perros tiene?
Tengo tres, Cuqui, Filippo y Carlota.
El paso previo a la familia…
Claro, antes de los niños. Son más prácticos, por ahora.
¿Dónde tiene su residencia habitual?
En diferentes lugares. Tengo varias casas, en Los Ángeles, en Acapulco, en Madrid y en Miami.
¿Qué espera de Gran City Pop?
Quiero conectar, es lo más importante para mí. Y creo que
Causa y efecto, el single, es una canción que lo está consiguiendo…
BIO. Paulina Susana Rubio Dosamantes nació en México en 1971. Está casada con el empresario español Nicolás Vallejo Nájera y vive entre Miami, Los Ángeles, Madrid y Acapulco. Ha publicado nueve discos en su carrera, que inció con sólo once años en el grupo infantil Timbiriche. Se le conoce como
La chica dorada.
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