Willow Smith, la más pequeña del clan Smith, estrena su tercer proyecto como cantante con solo 20 años. En él, explora un nuevo sonido rock que recuerda al estilo que su madre, Jada Pinkett, cantaba al comienzo de su carrera, cuando formaba parte de una banda llamada Wicked Wisdom. 

En esos años, la cantante, y también actriz, comenzaba a hacerse famosa por su papel en la película Matrix y llevaba a su hija a todos sus conciertos. Así lo explica Willow en su entrevista para la revista L'officiel, donde reflexiona sobre el  impacto que tuvo para ella estar desde los 4 hasta los 10 años presente en todas las actuaciones de su madre. 

La hija de Will Smith revela que más allá de las referencias musicales, en esos años aprendió mucho sobre lo difícil que es ser una mujer negra y artista en el mundo. "Mi madre recibía mucho odio", confiesa. 

"Era un odio intenso, repleto de racismo y sexismo, multiplicado por diez. La gente la mandaba amenazas de muerte, la tiraban vasos de cristal mientras estaba en el escenario... Muchas cosas locas pasaron mientras estaba de tour con su banda", reconoce Willow. 

Una experiencia que asegura ha marcado como ella le hace frente al racismo y la ansiedad hoy en día: "Cada vez que me siento insegura, vuelvo a las memorias de mi madre y recuerdo como lidiaba con el peligro físico- como se elevaba por encima de él". 

"Ella me ha enseñado lo que realmente significa ser una mujer", añade, "Eligiendo una postura, sin tener miedo a los prejuicios y percepciones de los demás".

Sin duda su madre supone una gran fuente de inspiración para seguir dando ejemplo con su proyecto musical y sus decisiones personales. Willow Smith tiene el mejor ejemplo posible.