¿La Tierra está 'abombando' su núcleo?Estas son las escasas certezas y las grandes incógnitas del interior terráqueo

El núcleo de la Tierra
El núcleo de la Tierra
Carlos Gámez
El núcleo de la Tierra
Por razones que todavía se desconocen, el núcleo interno de hierro sólido del planeta está creciendo "más rápido en un lado que en el otro" y así sucede desde que "comenzó a congelarse a partir del hierro fundido hace más de 500 millones de años". Así lo ha desvelado un nuevo estudio realizado por sismólogos de la Universidad de California.
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Mares, vientos, bosques de hongos, relámpagos y hasta criaturas prehistóricas encontraron Axel y su tío Otto en su Viaje al centro de la Tierra en el que los sumergió el escritor Julio Verne en 1864. Ya entonces el interior del planeta y los misterios que lo rodean fascinaban al ser humano, que llevaba tiempo preguntándose qué había bajo sus pies y que convirtió esta incógnita en una temática recurrente en la literatura y, posteriormente, en el cine. 

La conocida como 'Creencia de la Tierra Hueca', que afirmaba la existencia de civilizaciones subterráneas muy evolucionadas en el interior del globo y que plasmó el autor francés en su novela, hace tiempo que quedó desacreditada, pero los interrogantes acerca de las entrañas del orbe siguen siendo enormes. Si bien se acepta una composición por capas -corteza, manto y núcleo-, la incertidumbre sobre los detalles es inmensa. "Con los sondeos, no se ha podido profundizar más de 15 km, se sabe más de planetas que están a millones de kilómetros", explica Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geólogos.

Ahora, un estudio ha hecho aflorar un nuevo enigma. La investigación, realizada por sismólogos de las universidades de California (EE UU) y de Nantes (Francia) y publicada recientemente en la revista Nature Geoscience, ha revelado que el área del núcleo ubicada en una zona bajo el mar de Indonesia es mayor que la parte localizada en el otro extremo, justo debajo de Brasil. Esto significaría que crece de forma asimétrica, más rápido en un lugar que en otro.

El núcleo de la Tierra
El núcleo de la Tierra
Carlos Gámez

¿Cómo es el interior del planeta?

Si fuera posible partir la Tierra por la mitad, el corte mostraría que su interior está compuesto por diferentes capas, como si de una cebolla se tratase. La parte más exterior y la más delgada de todas es la corteza, de apenas una decena de kilómetros en la zona oceánica y una treintena en el área continental -salvo en las cordilleras, que puede llegar a los 75 km-. 

A continuación, se halla el manto, que se divide en dos secciones -superior e inferior- y llega hasta los 2.900 kilómetros de profundidad. Esta capa es la más gruesa y constituye el 82% del volumen del planeta. En ella se localiza el 68% de su masa, ya que está formada por materiales más ligeros que el núcleo, pero más pesados que la corteza. Además, es geológicamente activa.

El núcleo es la capa más interna y pesada y está dividida en dos secciones: una externa, fluida, de los 2.900 a los 5.100 kilómetros, y otra más interna, que llega al centro del planeta, a los 6.370 km. Como es la zona más profunda, es la que está más comprimida y, por eso, sus materiales son los más densos: ocupa el 16% del volumen terrestre y representa un 32% de su masa.

Composición del núcleo

Aunque nadie ha podido comprobar físicamente que esta distribución es correcta, es la teoría más aceptada y las investigaciones han permitido intuir que el núcleo está compuesto en su mayor parte por hierro -en torno a un 85%-, entre un 5 y un 10% de níquel, algo de iridio y osmio y menores cantidades de elementos más ligeros, tal vez azufre y oxígeno.

Además, el núcleo es la capa con las temperaturas más altas, pues superan los 4.000 grados centígrados y pueden alcanzar los 6.700 en la capa interna, más que en el Sol

Campo magnético

Una de las características más importantes del núcleo es que es el responsable del campo magnético terrestre. En todo este tiempo, han sido varias las teorías que han intentado explicar cómo se produce, pero la mayoría no son fácilmente verificables. La más aceptada en la actualidad es que surge de la combinación de un fenómeno de convección generado en el núcleo externo, que es fluido, y el movimiento de rotación de la Tierra.

Otra peculiaridad de este campo, que protege al planeta de las corrientes de plasma solares, es que, con el paso del tiempo (miles de años), cambia su polaridad a causa de modificaciones en el giro del núcleo. Esto supone que los polos magnéticos no están quietos, sino que se desplazan.

Así, en 1831, James Ross localizó por primera vez el polo sur magnético en el Norte de la Tierra. Casi un siglo después, ya en 1904, Roald Amundsen descubrió que se había movido al menos 50 kilómetros. Desde entonces, ha seguido desplazándose hasta alcanzar un ritmo de 40km/año; por lo que, de seguir así, abandonará Norte América rumbo a Siberia en unas pocas décadas. Algo similar ocurre en la Antártida.

Este movimiento de los polos no tiene una influencia directa sobre la vida del ser humano, pero sí podría afectar a los sistemas basados en el posicionamiento global empleados en la actualidad, apunta Regueiro.

Imposible la prospección

Aunque nadie ha podido comprobar que estas teorías son correctas, debido a las inhóspitas condiciones del interior del globo que impiden explorarlo, son las aceptadas por la comunidad científica. Para atisbar la composición del núcleo, los expertos se basan en lo que debió de ocurrir en el origen de la Tierra, cuando esta era solo un fundido que se fue enfriando y los materiales más pesados se depositaron en la parte interior, explica Regueiro. 

"Con los sondeos, no se ha podido profundizar más de 15 km, se sabe más de planetas que están lejísimos"

En la actualidad, la mayoría de las investigaciones para caracterizar el interior de la Tierra se realizan mediante el análisis de la transmisión de ondas sísmicas generadas por terremotos y no por prospección. Hasta la fecha, la perforación más profunda realizada por el ser humano para estudiar las entrañas del planeta ha alcanzado los 12,2 kilómetros: se llevó a cabo en la Península de Kola (Rusia) y aportó numerosos descubrimientos en la investigación geológica.

Grandes incógnitas

Hasta el momento, son muchos más los interrogantes que las certezas sobre el núcleo de la Tierra, debido a las dificultades para estudiarlo. "Conocemos muy poco de él. En general, debajo de casa no sabemos lo que hay", lamenta el presidente del Colegio de Geólogos, lo que conduce a hallazgos sorprendentes y, a veces, difíciles de explicar.

Un ejemplo es el reciente descubrimiento de las universidades de California y Nantes, que ha revelado que el núcleo terrestre está perdiendo calor de forma irregular, más rápido bajo indonesia que bajo Brasil. Como explicación, los expertos apuntan que esta capa de la Tierra sigue un patrón claramente asimétrico en su crecimiento: los nuevos cristales de hierro se forman más deprisa en su lado este que en el oeste.

"Conocemos muy poco de él. En general, debajo de casa no sabemos lo que hay"

Otro hallazgo desconcertante fueron las enormes estructuras localizadas por un grupo de geofísicos de la Universidad de Maryland en 2020 en las profundidades del océano Pacífico entre el núcleo y el manto de la Tierra. Después de un examen de ecos sísmicos, los científicos concluyeron que estaban compuestas por una vasta área de roca inusualmente densa y caliente.

Ante estos descubrimientos, Regueiro reclama mayor inversión en investigación geológica, pues considera que, al igual que ocurre con la planetaria, la tecnología desarrollada puede ayudar a crear productos cotidianos. Parece, desde luego, una vía mucho más plausible para conocer el interior del planeta que la aparición de un pergamino de origen rúnico con el camino al centro de la Tierra descrito por Verne.

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