El Ayuntamiento de Barcelona ha adjudicado la construcción de 135 viviendas de alquiler social y alquiler para jóvenes en las Casernes de Sant Andreu. Las dos promociones pretenden dotar de un hogar asequible a 340 personas y las obras se desarrollarán siguiendo técnicas industrializadas con la intención de acortar los plazos de construcción, reducir el impacto ambiental en el barrio e incrementar la eficiencia energética de los pisos. 

El proyecto supondrá una inversión por parte del consistorio de 11,7 millones de euros y se hará en dos años. Aparte de las viviendas, el plan también incluye la construcción de diversos equipamientos públicos, como una guardería municipal, en los mismos terrenos.

La construcción de estos edificios se basará en la prefabricación y la producción en serie de sus elementos, en los que mayoritariamente se usará madera. Tal y como afirma el Ayuntamiento, la incorporación de estos métodos industrializados ayudará a reducir la duración de los trabajos, que se pueden acortar en casi la mitad respecto a unas obras con técnicas convencionales. A nivel ambiental, esta metodología promete reducir en un 80% las emisiones de dióxido de carbono y minimizar la generación de residuos derivados de la construcción.

De los pisos, repartidos en dos edificios, 79 se destinarán a alquiler social y 56 a alquiler asequible para jóvenes. Según las previsiones del consistorio, los 79 primeros acogerán a unas 200 personas, mientras que en los 56 restantes podrán vivir 140. Las dos construcciones se edificarán siguiendo criterios climáticos y sociales, garantizando el acceso a las personas con movilidad reducida, proporcionando espacios de encuentro entre vecinos y fomentando el ahorro energético.

Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona tiene en marcha 34 promociones con más de 2.300 viviendas en obras o pendientes de ser iniciadas; una inversión total de 316 millones de euros. El 80% de estos pisos serán de alquiler social y podrán vivir 5.600 personas.