Un hombre ha sido sentenciado a cadena perpetua por matar a su mujer en las Navidades de 2011 en el domicilio que compartían con sus hijos. El condenado arrastró el cuerpo sin vida de su pareja y lo sentó en el sofá, y obligó a las niñas a abrir los regalos navideños frente a ella.

Los hechos ocurrieron en la localidad californiana de Anaheim (EE UU) en 2011. William Wallace, de 39 años, mató a Za’Zell Preston, de 26, tras una fiesta en Nochebuena. 

De acuerdo con el diario The Mercury News, la pareja (ambos estaban bebidos) discutió en la habitación que compartían con su hijo recién nacido. De acuerdo con las investigaciones, Wallace mató a la mujer a golpes; su cuerpo presentaba una herida contundente en la cabeza.

Le puso las gafas de sol

A la mañana siguiente, día de Navidad, el hombre llevó el cadáver de la mujer hasta el sofá, la sentó en el sofá y le puso las gafas de sol. 

Acto seguido, obligó a las niñas de 3 y 8 años de edad (eran fruto de una relación anterior de la víctima) a abrir los regalos frente a ella. "Mamá se emborrachó y ha arruinado la Navidad", les dijo a las menores.

La defensa trató de demostrar si éxito que la muerte de la mujer se debió a que se había caído accidentalmente sobre una mesa de cristal. Y es que no dieron explicaciones convincentes de por qué no habían llamado a los servicios de emergencias pese a que presentaba una grave herida en la cabeza.

Wallace ya había estado en prisión por violencia machista contra su mujer. Durante el juicio, varias personas testificaron que Preston había intentado separarse varias veces de Wallace, pero no había dado el paso definitivo.

El viernes pasado fue condenado a cadena perpetua por su asesinato.