"Soy del barrio de Tribunal", explicaba Modesto, pero "estaba muy vinculado a A Guarda, donde veraneaba, así que aposté por instalarme en Galicia". Cuando se acabó la comida y parte de la bebida de la fiesta, les pidió a sus amigos que le siguieran.

Llegaron a un callejón próximo, situado entre las calles San Mateo y Beneficencia de Madrid desempaquetó una placa que había adquirido en una tienda de recuerdos en la que se leía Pasaje de Modesto Martínez, y le pidió al más alto del grupo que la colocara sobre la pared.

"Realmente era un solar que, al abrirse al público, creó una calle sin nombre", explica. Lo que nunca se imaginó Modesto es que, después de diez años, la placa, ya muy descolorida por su escasa calidad, seguiría allí. La ven a diario transeúntes, policías y profesores y estudiantes, ya que a dicho callejón da uno de los accesos del instituto en el que vota Alberto Ruiz Gallardón, que volverá a pasar por allí el 7 de junio, día en que se celebran las elecciones europeas.

Contactó con el Ayuntamiento

Ninguno se ha preguntado quién es ese Modesto Martínez o, si lo ha hecho, ignora la respuesta. La ignoran incluso en el Ayuntamiento, a cuyo departamento de urbanismo se dirigió el autor de la travesura para preguntar sobre el particular. A vuelta de correo, le contestaron que, desde el Ayuntamiento de Madrid, se trabaja para que los ciudadanos puedan vivir en paz.

"No entendí nada", dice Modesto. La cosa no acaba ahí. Hace tiempo que Google Earth ha ubicado el lugar, pero lo que ha terminado por darle carta de naturaleza es su inclusión en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid dentro de una ordenanza municipal. Ahora que saben la verdad cabe preguntarse si quitarán la placa o no.