Problemas para respirar, sensación de no haber descansado, mal humor... Así se levantan cada día cerca de 75.000 coruñeses, los que según datos de la Sociedad Española del Sueño tienen graves dificultades para dormir.
Y no se trata de un problema liviano, sino que afecta cada vez a más gente y los expertos calculan que ya un 30% de los vecinos de A Coruña, tanto niños como adultos, padece trastornos como el insomnio o la apnea, cuando hace años ese porcentaje era casi residual.
El actual ritmo de vida no ayuda a mejorar estos datos. «El estrés es ahora la primera causa, por encima de los problemas de salud, los estimulantes como el café o incluso las drogas. La gente no sabe relajarse, y menos aún descansar», explica el neurofisiólogo Eduard Estivill, uno de los grandes expertos de España en tratamientos de sueño. Tanto él como el doctor Héctor Verea, jefe del Servicio de Neumología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), coinciden en estar alerta ante los ronquidos y el sobrepeso.
«Hay un perfil mayoritario: personas con una vida sedentaria, con mucho peso, con el cuello corto y ancho, y con mucho sueño todo el día», explica el doctor Verea.
Por encima de los 40 años los trastornos son más habituales, aunque los niños de entre 0 y 4 años también los sufren. «Se da mucho en menores con amígdalas de gran tamaño que les impiden respirar. Eso puede provocar retraso escolar, en el crecimiento y que sean hiperactivos durante el día», afirman los médicos.
4 preguntas a Eduard Estivill
- 1 ¿Por qué ahora se dice que los niños no saben dormir? Dormir sabemos todos, dormir bien sólo unos pocos. Y los niños deben aprender unas rutinas para conseguirlo.
- 2 ¿Y en qué consisten? Hay que acostarlos siempre a la misma hora (entre las ocho y las nueve de la noche), dejarlos dormir solos pero que sepan que los padres están ahí. Y antes de la cena, mostrarles afectividad, hablar con ellos... para que vean ese momento como algo relajado.
- 3 Y ante pataletas y llantos, ¿qué se hace? Lo de enseñar a dormir hay que empezarlo ya desde pequeños y siguiendo unos hábitos todo se soluciona.
- 4 ¿Y si el pequeño ronca? Es muy importante observar al niño: si duerme con la boca abierta, si ronca... porque pueden padecer apnea y eso afectaría a su desarrollo, porque no crecería tanto, y a su mente, con hiperactividad.
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