La pandemia eleva como nunca en 10 años la tenencia de animales en Cataluña

  • En 2020 aumentaron un 11% las personas que compraron o adoptaron mascotas.
  • Los veterinarios lo atribuyen a la necesidad de compañía y a que hubo más tiempo para cuidarlos.
  • Se triplicaron los animales que se separaron de sus dueños porque se quedaron sin recursos para atenderlos.
  • Los abandonos se redujeron, mientras que las adopciones se mantuvieron.
UNa mujer con tres perros en la playa de Palamós.
UNa mujer con tres perros en la playa de Palamós.
ACN
UNa mujer con tres perros en la playa de Palamós.

Las mascotas fueron una tabla de salvación para buena parte de los catalanes frente al confinamiento domiciliario y las posteriores restricciones de movilidad por la pandemia en 2020. Ante la reclusión obligada, aumentaron como no se había visto en una década los que, para hacérsela más amena, optaron por adoptar o comprar un perro o un gato. Lo muestran las inscripciones en el Archivo de Identificación de Animales de Compañía (AIAC) del Consejo de Colegios de Veterinarios de Cataluña (CCVC), que el año pasado fueron 105.761, unas 288 al día, lo que supuso un incremento del 11% respecto a 2019 y el crecimiento más alto de los últimos 10 años.

Dolors Corredera, veterinaria de pequeños animales del CCVC, atribuye este aumento, por un lado, a la "necesidad de compañía" ante la soledad. También a que se dispuso de "más tiempo" para colaborar con protectoras, lo que fomentó la adopción, y para cuidar de las mascotas. Además, señala que "gente mayor sin apenas obligaciones" encontró en los animales de compañía una forma de !marcarse una rutina". Apunta, asimismo, que "quien pudo conservar su trabajo dispuso de más poder adquisitivo", al dejar de gastar en salidas, restaurantes o viajes.

"Da un poco de miedo que después de la pandemia crezca el abandono de animales", dice Corredera, que recuerda que "son una responsabilidad, y que cuando se pueda ir de vacaciones, ellos seguirán con nosotros". "Pedimos mucha conciencia a la hora de adquirir una mascota", continúa.

El Archivo de Identificación de Animales de Compañía del CCVC es el más extenso de Cataluña, con 1.500.000 inscritos. La inscripción de las mascotas en el AIAC no es obligatoria por ley, pero contribuye a recuperar animales extraviados gracias al microchip que se les inserta. Según el Consejo de Colegios de Veterinarios, el 85,9% de los que se localizan perdidos en la calle y están apuntados son devueltos a sus dueños.

Sí es obligatoria, sin embargo, la inscripción en los censos municipales de mascotas. Estos están recogidos en el Registro general de animales de compañía (ANICOM) de la Generalitat, que también se emplea para localizar a los que se pierden.

Los datos del censo del Ayuntamiento de Barcelona no reflejan, sin embargo, el aumento de la tenencia de animales por la pandemia. Y es que precisamente porque se pararon trámites por la Covid-19, en 2020 se inscribieron 2.666 mascotas, una cifra muy inferior a la de 2019, que fue de 4.465. En este registro censal municipal están recogidos un total de 71.453 animales, 4.014 menos que los que aparecen registrados en el ANICOM en la ciudad (75.467). La diferencia se debe a que el registro de la Generalitat se nutre también de las mascotas que están en el AIAC y de las que dan de alta las protectoras, y no todas están inscritas en el censo del Consistorio aunque la ley obligue a ello.

Otra consecuencia de la pandemia es que se ha disparado el número de animales que se separan de sus dueños porque estos no tienen recursos para mantenerlos. La Fundación Daina alerta de que las entradas de perros y gatos procedentes de comisos y de asuntos sociales se triplicaron de 2019 a 2020, al pasar de 59 a 140. Este repunte, señalan desde la entidad, "podría indicar la necesidad, en un futuro inmediato, de reforzar el acompañamiento y la atención a las familias con animales domésticos que se queden sin hogar o sin trabajo".

La Fundación Daina, vinculada a la Sociedad Protectora de Animales de Mataró, que se ocupa de animales abandonados y perdidos en 25 municipios de la provincia de Barcelona, también señala que el año pasado atendió a 2.091 mascotas, un 11,2% menos que el anterior. Las adoptadas, sin embargo, fueron menos de la mitad que las que se encontraron, 1.018, pero se mantuvieron respecto a 2019. Según la Sociedad Protectora de Animales de Mataró, anualmente 30.000 animales son abandonados en Cataluña.

También en la capital catalana se redujeron las entradas en el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB) en 2020. Fueron 1.397, un 18,9% menos que en 2019 (1.722). Además, desde 2017 hasta el año pasado, disminuyó un 44% el número de perros que entraron y un 22%, el de gatos. "Los datos muestran que el esfuerzo que hacen el Ayuntamiento y las entidades que trabajan por el bienestar animal llega a la ciudadanía, que cada vez tiene más claro que tener un animal en casa es motivo de alegría, pero también una responsabilidad y un compromiso", afirma la tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet.

Sin embargo, en 2020 bajaron ligeramente las adopciones en este centro. Se registraron 920, un 3,5% menos que en 2019 (953) –los perros adoptados aumentaron de 491 a 507, mientras que los gatos bajaron de 462 a 413–.

Menos mascotas devueltas

Los datos de la Fundación Daina muestran que en 2020 disminuyeron un 22,5% respecto al año anterior los animales devueltos como consecuencia de su comportamiento u otros motivos. "Entendemos que el confinamiento por la Covid-19 facilitó que las familias pudieran disponer de más tiempo para permitirles una mejor adaptación, siguiendo las pautas de nuestros equipos", señalan desde esta entidad vinculada a la Sociedad Protectora de Animales de Mataró.

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