El estado de alarma concluyó el pasado sábado en un contexto de grandes disparidades en la situación epidemiológica de cada comunidad autónoma. Mientras territorios como Comunidad Valenciana, Baleares o Murcia presentan una situación estable y baja incidencia desde hace meses, en otras como País Vasco, Madrid o Navarra la circulación del virus aún es muy elevada.
Ya sin el amparo legal de la alarma, que permitía restringir derechos fundamentales, las comunidades se enfrentan por su cuenta bajo la supervisión de los Tribunales Superiores de Justicia a esta fase aún incierta de la epidemia, en la que una parte importante de los grupos vulnerables está ya vacunada, pero solo el 28% de los españoles ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
Quienes enfrentan este nuevo escenario con peor situación de partida son País Vasco (con una incidencia de 477 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días), Madrid (317,6), Navarra (296,1), Aragón (293,8) y Cataluña (251,1), comunidades, todas ellas, en riesgo 'extremo' por su elevada incidencia.
En principio, según defiende Sanidad y sugieren los datos, la tendencia de la epidemia sigue siendo al descenso, aunque aún se desconoce cómo afectarán a las curvas las medidas menos restrictivas que rigen en varias comunidades desde el pasado sábado.
Además, pese a que los contagios siguen bajando, la presión sobre las UCI sigue siendo muy elevada en varios territorios. De media, uno de cada cinco enfermos actualmente ingresados en UCI en España sufre coronavirus (21,85%).
En Madrid, la ocupación en cuidados intensivos de enfermos de Covid es del 42,2% de las camas disponibles, en País Vasco asciende al 37%; en La Rioja al 34%, en Cataluña al 33,7% y en Aragón al 32,2%. Castilla y León (25,2%), Castilla-La Mancha (24,6%) y Cantabria (22%).
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