Las demoledoras declaraciones de Rocío Carrasco en el documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, con las que ha roto su silencio después de 20 años, han supuesto todo un terremoto mediático desde que el pasado 21 de marzo comenzaron a emitirse los episodios de la serie en Telecinco. 

El programa Socialité ha desvelado algunos entresijos del documental, cuya grabación comenzó el 2 de febrero en una localización secreta de Madrid que se convirtió en un auténtico búnker.

Según ese archivo clasificado de la serie documental, continuidad de la grabación de los episodios estuvo en riesgo en más de una ocasión debido a los ataques de ansiedad que sufrió Carrasco.

En concreto, Telecinco menciona "dos brutales cuadros de ansiedad", unas crisis "que llegan a poner en peligro la grabación", sostienen.

Uno de estos ataques de ansiedad que sufre Carrasco se produce durante uno de los episodios clave del documental: el relato de la paliza que recibe por parte de su hija, Rocío Flores, y que ocurrió el 27 de julio de 2012. 

"Revivir la violenta agresión de su hija y los hechos posteriores impacta emocionalmente a Rocío Carrasco, hasta tal punto que comienza a faltarle la respiración. Sus pulsaciones se aceleran. Rocío Carrasco se rompe y pierde el control de sus emociones, está sufriendo una crisis de ansiedad", indican desde Telecinco. El equipo encargado del documental, asustado ante esta situación, tuvo que detener la grabación.

Fue en este momento cuando su marido, Fidel Albiac, entró en el estudio y la vio  sufriendo una crisis de ansiedad. Aunque en un primer momento "la cara de Fidel está desencajada y se pone nervioso al ver lo que está sucediendo", gracias a él, Carrasco se tranquiliza y "consigue recuperar la normalidad poco a poco", por lo que decide seguir adelante con la grabación pese a que la dirección le propone dejarlo ahí ese día.

El equipo que ha estado involucrado en la serie documental ha estado formado por 28 personas desde el inicio. Las grabaciones comenzaron el 2 de febrero y se extendieron en el tiempo durante cuatro semanas, en horario de 9.00 h de la mañana a 19.00 h, únicamente interrumpido por una pausa para comer.

Asimismo, las declaraciones de Rocío Carrasco para el documental se han ido grabando de forma cronológica, tal y como se ha ido mostrando durante las emisiones en Telecinco.

Durante la pausa para comer en las grabaciones, Carrasco permanecía en el estudio para que "nadie vea que está allí". Fidel Albiac, "en algunas ocasiones, se encarga de llevar la comida para Rocío y la dirección del programa".

La elección del traje fucsia

En todos los episodios del documental, Rocío Carrasco luce siempre el mismo atuendo: un traje rosa fucsia, cuya elección final tiene lugar momentos antes de que comiencen las grabaciones.

"No es una decisión tomada por ella. Rocío se deja aconsejar por los directores, y para su reaparición en televisión se decide que tiene que ser un color alegre que transmita superación, renacimiento y empoderamiento", asegura la cadena.

Otro traje que se barajó como opción posible para que Carrasco luciese en el documental fue el traje de pantalón azul Klein, que finalmente la hija de Rocío Jurado llevó durante la entrevista en directo desde el plató de Telecinco.