La Policía Nacional ha logrado desbaratar un atraco a punta de pistola que se ha producido en una joyería de Madrid, situada en el barrio de Salamanca. Un atracador ha sido detenido tras el golpe frustrado, que se inició en torno a las 14 horas de la tarde.

En el suceso han resultado heridos leves un empleado de 47 años y un agente, según ha informado una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid. El primero fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón en una ambulancia, tras ser atendido en el lugar. Su estado no es grave. El policía, por su parte, ha sido evacuado a la clínica Nuestra Señora de América de Madrid.

Los hechos han tenido lugar pasadas las 13.40 horas de este martes en la joyería L'Ermitage, situado en el número 25 de la calle Ayala casi esquina con la calle Lagasca. De momento, lo que se sabe es que una persona, aunque podría ser acompañada por dos más según los testigos, ha entrado en el local y ha amenazado a los empleados con un subfusil tipo Uzi y una pistola.

La joyería se comunica con otro establecimiento anexo de venta de antigüedades desde donde han pulsado el botón de alarma por atraco. Pocos minutos después ha llegado hasta el lugar varios vehículos policiales. Al verlo, el hombre ha tomado como rehén a un trabajador y ha apuntado a los agentes desde el local.

Disparos intimidatorios y rotura de cristales

Los policías han reaccionado efectuando dos disparos, que no han provocado ningún herido, pero que han intimidado al ladrón, que finalmente ha sido reducido y detenido. Se trata de un hombre de 30 años y múltiples antecedentes similares, que ha utilizado armas simuladas, no reales.

No obstante, consecuencia de los disparos intimidatorios, se han roto varios cristales, cuyos trozos han herido a un empleado de la joyería en el costado y a un agente en la cara, provocándole una pequeña brecha en una ceja. 

Javier, hijo del dueño de la joyería, ha asegurado a Telemadrid sobre el suceso que aunque el hombre le pidió que metiera las joyas en una bolsa él se negó porque "no iba a dejar que me robaran". "El susto que tenía en el cuerpo era increíble", ha reconocido.