El gimnasio social de Sant Pau del barrio del Raval de Barcelona se ha librado hasta ahora de varios intentos de desahucio desde 2017 y quiere conseguirlo una vez más. El viernes está previsto de nuevo un lanzamiento de este espacio, que durante la pandemia se ha convertido en un punto de referencia para los sintecho de la ciudad, por lo que el Sindicato de Personas Sin Hogar ha llamado este miércoles a los barceloneses a concentrarse ese día a las siete de la mañana frente a su entrada para evitarlo. Lo ha hecho desde el Parlament y con el apoyo de la CUP.

"Somos los de abajo, los olvidados, y hoy hemos decidido levantarnos", ha afirmado Lluis Solanes, portavoz de la organización, que ha instado al Govern a aplicar medidas urgentes para proteger el gimnasio. "Nos estamos muriendo, y nos va la vida", ha añadido, después de recordar que desde el primer estado de alarma por la Covid han fallecido 22 sintecho en Barcelona.

Por su parte, Santi González, trabajador del gimnasio, ha atribuido el desahucio previsto a una "mala gestión" del gobierno municipal, al que ha exigido "una solución ya". González ha recordado que durante la pandemia han abierto las puertas de forma gratuita a 2.500 personas sin hogar y les han ofrecido 55.000 servicios de ducha y cambios de ropa, así como 40.000 comidas.

Asimismo, ha tildado de "miserables y especuladores" a los propietarios, Encesa Viñas, que quieren construir pisos de lujo en el solar del Raval donde se ubica el edificio. 

También ha apuntado que con la concentración del viernes pretenden denunciar, además, "50 desahucios" de viviendas previstos ese día en Ciutat Vella y el Poble-sec, por lo que no se suspenderá la convocatoria aunque haya "un acuerdo 'in extremis'" para salvar Sant Pau.

Por su parte, Basha Changue, diputada de la CUP, ha emplazado a ERC a mantener la misma actitud y voluntad en el Govern que ha asegurado que tienen en el Ayuntamiento de Barcelona para ayudar el proyecto social.

Más tarde, la alcaldesa, Ada Colau, ha confiado en que se pueda evitar el desalojo del gimnasio. "Nos hemos implicado mucho en las negociaciones para buscar una solución alternativa", ha afirmado. En este sentido, ha apuntado que hay una oferta "muy potente y seria" del Consistorio de más de nueve millones de euros "que la propiedad tiene que considerar". 

En otra comparecencia, esta frente al gimnasio, el director de la cooperativa, Ernest Morera, ha pedido a Colau que "tome el timón de las negociaciones" para evitar el desahucio. Ha afirmado que los trabajadores están "mentalmente y físicamente exhaustos" ante la situación, y también , que están de nuevo "a 36 horas" del desalojo "sin los deberes hechos, con cambios de interlocutor del Ayuntamiento y con una posición maximalista a la hora de negociar". 

"Hay recursos, voluntad política y posibilidad jurídica, ¿a qué esperamos?", ha preguntado el líder del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, al gobierno de Colau, al que ha exigido que encuentre una solución.

La presidenta de Junts en el Consistorio, Elsa Artadi, por su parte, ha mostrado su "absoluta decepción" con la "falta de compromiso" del equipo de la alcaldesa con el gimnasio y le ha acusado de actuar con una "dejadez que ya hace demasiado tiempo que dura". También de ser "inmovilista" en las negociaciones, al exigir a la propiedad que acepte su tasación "o no hay nada".

El pasado enero ya hubo otro intento de desahucio del gimnasio, que se paró porque el Ayuntamiento y la propiedad se dieron dos meses para estudiar una solución. El mismo mes de 2017 se dio el primer intento, que también se evitó con la mediación del Consistorio. Este aprobó en 2018 la compra del gimnasio con una fecha límite: el 31 de diciembre de ese año. Esta todavía no se ha producido.