Entrevista | Rocío Monasterio: "Podríamos reducir el gasto político en 100 millones al año"

La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, en un momento de la entrevista con 20minutos.
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, en un momento de la entrevista con 20minutos.
Jorge Paris
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, en un momento de la entrevista con 20minutos.
Rocío Monasterio, en un momento de la entrevista con '20minutos'.
Jorge París / WOCHIT

La candidata de Vox a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, recibe a 20minutos en el ecuador de una campaña y repasa, entre otros asuntos, su desencuentro con Iglesias y sus propuestas para ahorrar en gasto político.

Amenazas de muerte, fin abrupto del debate de la Ser y cancelación del resto… ¿Estamos en una campaña diferente a la que empezó hace diez días?

No sé nada de encuestas ni de todos estos análisis. Yo lo que entiendo es lo que veo en la calle. Pablo Iglesias entró pegando gritos en Prisa, diciendo que no podían blanquear a Vox, imponiendo a los periodistas sus condiciones. El mismo derecho que tiene el señor Iglesias a estar allí lo tienen los millones de votantes de Vox a estar representados.

¿Se equivocó cuando Iglesias le pidió una condena expresa y usted usó la fórmula de condenar todas las violencias?

Creo que se ha podido manipular. Cinco veces dije ‘condeno expresamente esta y condeno toda la violencia’. Siempre lo he hecho. Pero luego le pedí a él que condenara lo sucedido en Vallecas, porque el señor Pablo Iglesias puso un tuit inmediatamente después justificando que nos hubieran apedreado.

¿Esa situación activó a votantes de la izquierda? 

El señor Pablo Iglesias está en un momento muy malo y él lo sabe.

Cuando le llaman fascista, ¿qué piensa? 

Para mí el fascismo es terrible y el comunismo también. Yo he sufrido el comunismo: la mitad de mi familia cubana está repartida por el mundo y mi padre murió sin poder volver a Cuba. Conozco muy bien lo que es la dictadura y las consecuencias que tiene.

Pero España está muy lejos de cualquier situación parecida. 

Eso decían mis amigos venezolanos cuando yo les hablaba de Cuba. Yo veía cómo estaban controlando el Poder Judicial, cómo habían controlado los medios de comunicación, cómo habían entrado 4.000 castristas a las Fuerzas Armadas... Y, ahora, en España tenemos partidos que quieren controlar el Poder Judicial, a los medios y pegan gritos para intentar censurar a Vox. Ese ataque a las libertades es peligrosísimo y no voy a dejar de denunciarlo.

¿Qué incluiría en un plan de choque para Madrid? 

Bajar los impuestos, reducir el gasto político, proteger a las madres y a los padres pagando las cotizaciones y las bajas de maternidad para que no sean los primeros a los que echen las empresas, acabar con el laberinto burocrático y atraer inversión.

¿Cuál es su plan en materia de Vivienda? 

Necesitamos recursos para hacer un plan social potente. Tenemos terreno en Madrid para aburrir... Liberalicemos todo el suelo que no sea especialmente protegido y hagamos vivienda social. Saquemos las 4.000 infraviviendas que hay en la Cañada Real.

¿Hay en Madrid un problema con la inmigración? 

En muchísimos barrios, sí. La inmigración legal es bienvenida. Es más, en muchos trabajos hace falta una aportación de gente que quiera venir a trabajar y a prosperar. Es bueno para un país y lo enriquece. Lo que no puede ser es una inmigración ilegal que no se integra.

Pero regularla es competencia estatal. 

Yo creo que hay que cerrar los centros de menas, que los paga la Comunidad de Madrid. Y animo a todos los que critican el cartel de Vox a que acojan a uno en su casa.

Pero esa es una tarea de la Administración. 

Los niños tienen que estar con sus padres o en un entorno familiar, no mal tutelados, como estamos viendo, costándonos 4.700 e al mes para que estén vagando por las calles y muchas veces sean víctimas de otros grupos de delincuentes, y por eso van y atracan en barrios como Batán.

Por lo que dice, parece que todos esos menores sean delincuentes. 

No todos, pero con que haya unos cuantos, si no se vigila bien, acaban arrastrando a muchos más. Hemos fracasado en la integración de estos grupos. Creo que no podemos ocultar una realidad: hay que afrontarla, ver distintas opiniones y llegar a alguna solución.

Si se cierran, ¿dónde van los menores? 

Donde mejor están es con sus padres. Recorriendo pueblos de Marruecos he visto que las familias pensaban que, si mandaban a los niños pagando a mafias, iban a conseguir estar en centros con una educación maravillosa y un trabajo asegurado. Les extorsionan y ahorran durante años para pagar a una mafia que muchas veces les mete en una lancha que se queda en el Mediterráneo. Es la gran mentira que no podemos seguir contando. Esas familias y esos menores son víctimas. Tenemos la obligación moral de ayudar, pero en los países de origen.

¿Es lícito comparar el gasto en menores con una pensión? 

Es lícito debatir todo. Destinamos 4.700 euros al mes para que los centros de menas estén como están. Y también me pregunto qué está pasando para tener a nuestras abuelas con 426 euros. Nosotros lo que decimos es que tenemos que recortar gasto de los políticos.

Proponen reducir la Asamblea, ¿a cuántos diputados? 

La mitad de los 136. O menos.

Esa reforma es compleja: implica modificar el Estatuto de Autonomía, mayorías cualificadas… ¿Empezarían ahora? 

Si gobernamos nosotros, el 5 de mayo empezamos. Hay mucha gente que se ha apretado el cinturón y lo que no puede ser es que los políticos sigan en su burbuja, como es la Asamblea, ese edificio gigante climatizado con esos cristales y esas verjas que separan a los diputados del resto del mundo en el barrio de Entrevías. No puede ser. El edificio de la Asamblea lo convertiría en un colegio para Vallecas.

Pero no dejaría a Madrid sin parlamento, ¿no? 

No, pero con tener un pequeño foro, un parlamento que podríamos compartir con cualquier otro organismo, donde los jueves se hicieran los plenos, podríamos perfectamente funcionar.

Si es clave para que Ayuso siga, ¿entraría al Gobierno? 

Vox está en conseguir los votos. No funcionamos como otros, que creen que son más por ser consejeros. Nuestra labor es que se hagan nuestras políticas.

¿Volvería a apoyar un Ejecutivo con Cs? 

Siempre criticó a Aguado, pero no está. Pero ha estado (en campaña) con el señor Edmundo Bal contando lo mismo de antes. Es un partido en el que ya nadie confía.

Si tuviera que elegir una consejería, ¿cuál sería? 

Todavía no estamos en esa pantalla. Tenemos un programa para un Gobierno completo y queremos que se hable de lo que nos habla la gente: sus problemas con la okupación, con los menas, de proteger a las familias…

¿Cuál es su propuesta fiscal? 

Rebajar medio punto en el tramo autonómico del IRPF para todas las rentas. Ahora mismo es cuando las familias necesitan ese impulso y tener algo más de dinero en los bolsillos. Y, además, hay mucha gente que está en ERTE y hay que compensar a los que tienen el problema del doble pagador.

¿No sería Madrid insolidaria con el resto de comunidades con esa bajada? 

Les aseguro que si Asturias, por ejemplo, elimina todos los impuestos autonómicos, da una bonificación a quien compre vivienda allí, protege a las familias y le da buena conexión por internet a todos los pueblos, mucha gente se va a ir a vivir y a teletrabajar a Asturias. Compitan. España es un país con rincones maravillosos donde la gente estaría encantada de vivir si dan facilidades. Ahora, si te vas a una comunidad donde te están expoliando a impuestos, pues efectivamente eliges otra.

Pero sin impuestos no se puede mantener la sanidad, la educación… 

Hay unos impuestos básicos que tenemos que tener todos los españoles, pero lo que tenemos que hacer es reducir el gasto de los políticos y reforzar la sanidad, la educación y la emergencia social. Lo que pasa es que de esto los políticos no quieren que hablemos porque afecta a su bienestar.

Habla de los políticos en tercera persona, pero usted también lo es. 

Sigo hablando así, es verdad, sigo en los 20 años que he estado fuera de la política, trabajando y viendo la realidad política, que me indignaba.

¿Cuánto gasto político recortaría? 

En consejerías, diputados y demás creo que podríamos hacer una reducción de 100 millones al año fácilmente. Pero luego están las fundaciones, los chiringuitos… eso es infinito, porque, en el plan estratégico de subvenciones, la mitad son muy opacas. Hay que hacer un auténtico reseteo de las subvenciones.

¿A qué destinaría ese dinero? 

Lo necesitamos para tener vacunas y vacunar todos los años. Para reforzar la Atención Primaria. Para priorizar la sanidad a domicilio, que vamos a tener a muchísima gente mayor a la que atender, y para tener una educación excelente.

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