La Inspección de Trabajo abrió, durante el pasado año, 57 expedientes por discriminar a las mujeres, desde que entró en vigor el Plan de actuación para la vigilancia y control de la igualdad de las empresas, dependiente del Ministerio de Trabajo.

Entre sanciones y amonestaciones, los inspectores han detectado injusticias de este tipo contra 353 trabajadores, y han recaudado 98.203 euros en multas, aunque estas cifras podrían aumentar, ya que hay procesos aún sin cerrar.

Los motivos más habituales de denuncia son el contenido de las propias ofertas de trabajo, la conciliación de la vida familiar y laboral, el acoso o la discriminación. Detectarlos es difícil, según los técnicos, pues muchas mujeres guardan silencio por temor a represalias, a pesar de que la Ley de Igualdad prevé sanciones adicionales contra el empresario que quiera vengarse de quienes denuncien.

También las hay por exceso de jornada o ascensos, por el llamado techo de cristal que impide a las mujeres acceder a puestos directivos.

La secretaria de igualdad de UGT, Sandra Díez, explica que desde el sindicato intentan que los planes de igualdad de las empresas contemplen estos asuntos, y algunos ya tienen cláusulas sobre el lenguaje sexista. Cuando denuncian, "si se trata de oposiciones se impugnan", pero para no llegar a los tribunales, tratan de "paliar" la desventaja.

Aun así, estas denuncias son "pocas", pues les consta que hay "muchísimos más incumplimientos". Aun así, las empresas trabajan a fondo en este sentido, pero se trata de "un proceso gradual".

Muy afectadas por los ERE

Según Sandra Díez, secretaria de igualdad de UGT, a pesar de que el paro afecta más a los hombres por el frenazo de la construcción, los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) "se están cebando" con las mujeres, sobre todo con aquellas que son madres recientes. Las empresas les aconsejan una reducción de jornada, y en consecuencia de sueldo, algo que no les beneficia. "Las autoridades deberían vigilar esto", dice.

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