Los primeros 100 días de Biden: ayudas 'billonarias', avisos a los ricos y claro compromiso contra el cambio climático

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comparece en la Casa Blanca tras el veredicto que declaró al expolicía Derek Chauvin culpable de la muerte de George Floyd.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comparece en la Casa Blanca.
DOUG MILLS / EFE
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comparece en la Casa Blanca tras el veredicto que declaró al expolicía Derek Chauvin culpable de la muerte de George Floyd.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comparece en el Congreso.
EFE / ATLAS

Joe Biden cumple este próximo viernes 100 días sentado en el Despacho Oval de la Casa Blanca. En estos poco más de tres meses, el presidente de Estados Unidos ha tenido que afrontar tres crisis en una: la sanitaria, la económica y la social, esta última alimentada por la polarización que instaló su predecesor, Donald Trump. Biden, con errores, ha respondido rápido ante los estragos de la pandemia: ha aprobado ayudas de billones de dólares, la vacunación ha ido en todo momento a un buen ritmo y ha devuelto a EE UU al multilateralismo. Quedan dudas eso sí de cómo va a ser su papel exterior, sobre todo respecto a China.

Ayudas económicas sin precedentes

El primer movimiento importante de Biden fue aprobar una inyección de 1,9 billones de dólares en la economía para paliar los efectos de la pandemia. Esta medida se convirtió en la primera victoria legislativa del mandatario, después de recibir el visto bueno del Senado. "Vamos a salvar muchas vidas", sostuvo el presidente estadounidense. Eso sí, recibió las críticas de los republicanos, que entienden que el fondo se va a emplear "de forma poco rigurosa" y "muy aleatoria". En contra de esto, según las encuestas publicadas, el paquete de ayudas tiene el apoyo del 70% de la población.

Por otro lado, el Gobierno demócrata ya está desembolsando los fondos del plan de estímulo impulsado en diciembre, valorado en 900.000 millones de dólares. Biden, asimismo, ha ido prorrogando los estímulos y los apoyos a las pequeñas y medianas empresas, con los que esperan "ayudar a unos 90.000 negocios", según las palabras del propio presidente.

¿Más impuestos a los ricos?

La financiación del plan de recuperación de Biden pasa por subir los impuestos a las rentas más altas. El presidente anunció las personas que "ganen más de 400.000 dólares al año" tendrán un aumento del IRPF con su próximo programa económico, dentro del plan de su Gobierno "para abordar la desigualdad", en parte a través de un alza de impuestos a las clases pudientes. El objetivo es recaudar en torno a 2,5 billones de dólares.

A esa medida, Biden tiene previsto añadir un aumento del impuesto sociedades del 21% al 28% y prevé también adoptar acciones contra las "grandes empresas que tributen fuera de Estados Unidos". El presidente cree que "no es aceptable que 91 de las 500 mayores corporaciones del país pagaran cero en impuestos federales en 2019". Entiende que no recabará el apoyo de los republicanos para llevar adelante este plan, pero les pide que digan "qué partes o medidas son las que no les gustan". Espera, además, que con el apoyo demócrata sea suficiente.

Una vacunación rápida

La vacunación parece haber sido otro de los grandes aciertos de la Administración Biden. En su momento, el presidente prometió que se administrarán 200 millones de dosis de la vacuna contra la covid-19 en su país antes de mayo, justo coincidiendo con esos 100 días en el poder. Biden anunció esa meta, que supone el doble del objetivo de 100 millones de dosis que prometió inicialmente, durante la primera rueda de prensa de su mandato. El mandatario reconoció que es un objetivo "ambicioso", pero espera cumplirlo.

Según los últimos datos, más de 138 millones de estadounidenses han recibido ya al menos una dosis de la vacuna, lo que supone en torno a un 41,5% de la población. Un 27,8% aproximadamente de los ciudadanos han recibido la pauta completa. Estas cifras hacen pensar que Biden cumplirá con su objetivo. La estrategia, de hecho, ya ha pasado a ser vacunar sin establecer grupos de edad, después de haber terminado con la inmunización de los grupos vulnerables.

Compromiso por el clima

Otro de los giros que ha dado Estados Unidos con Biden en el poder ha sido el regreso a los planteamientos para luchar contra el cambio climático. Tanto es así que él mismo organizó recientemente una cumbre con más de cien mandatarios de todo el mundo -entre los que estuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- para abordar los retos medioambientales que se presentan en el corto y en el medio plazo.

No perdió ni un segundo en este sentido y una de las primeras medidas que tomó Biden al llegar a la Casa Blanca fue la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París. Su salida del mismo fue una de las banderas de Donald Trump, y Biden la deshizo nada más acceder al Despacho Oval. A esto hay que sumar, por ejemplo, que la nueva Administración se ha comprometido a tener un sistema eléctrico libre de emisiones de dióxido de carbono en 2035. El objetivo principal del presidente es que EE UU logre en 2050 la neutralidad de sus emisiones, en la línea también de lo marcado por la Unión Europea.

Vuelta al multilateralismo

El último gran giro de Joe Biden: Estados Unidos vuelve a ser un actor posicionado en el mundo, dejando atrás el aislacionismo provocado por la gestión de Trump. Pero no es oro todo lo que reluce. A nivel internacional una de las decisiones más importantes de la Administración demócrata fue autorizar un bombardeo en Siria contra milicias proiraníes en febrero de este mismo año. Se le acusó de seguir la senda marcada por el anterior presidente, que elevó las tensiones con Irán.

Precisamente con ese país Estados Unidos mantiene un tira y afloja importante por el acuerdo nuclear, también roto por Trump en su momento. Biden quiere volver a la mesa, pero no lo hará a cualquier precio y entiende que debe ser Irán quien dé el primer paso. Mientras no sea así, EE UU mantendrá la cautela. A estos movimientos hay que sumar además el anuncio de que las tropas estadounidenses abandonarán Afganistán en septiembre de este año, coincidiendo con el 11-S y tras dos décadas de presencia allí.

Por otro lado, Biden sí ha dado pasos adelante para acercarse de nuevo a la Unión Europea, aunque por el otro lado mantiene una distancia abismal tanto con Rusia como con China. Quedan dudas de cuál será a largo plazo su estrategia con respecto a Pekín, donde Xi espera sentado.

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