Madrid limitará las 'cocinas fantasma' ante la preocupación vecinal: "Nuestros hijos van a estar expuestos a los humos"

  • El Ayuntamiento  limitará el reparto y la actividad en los barrios de las cocinas fantasma.
  • La ordenanza municipal reducirá el número de fuegos en los locales de comida preparada.
  • El Consistorio niega la proliferación, aunque los vecinos están preocupados por el humo y el ruido.
Algunos de los padres preocupados por las chimeneas industriales.
Algunos de los padres preocupados por las chimeneas industriales.
20minutos | Enrique Cidoncha
Algunos de los padres preocupados por las chimeneas industriales.

El Ayuntamiento regulará el régimen de concesión de licencias para evitar una proliferación de cocinas fantasma por la ciudad de Madrid. Estas se encuentran en locales cerrados al público donde únicamente se opera para la entrega a domicilio. Aunque el área de Urbanismo defienda que la actividad en los locales autorizados son "legales, reguladas y no son nuevas" es "consciente" de que pueden provocar perjuicios en los vecinos del entorno. Y es que los requisitos para adquirir las licencias están sujetos al Plan General de Ordenación Urbana, que data de 1997. Por ello, antes finales de año el delegado de Urbanismo habrá modificado dicho plan: "Siendo conocedores de los posibles problemas que pueden generar en el entorno desde el punto de vista de la movilidad, ruidos y olores, estamos estableciendo nuevas medidas descriptivas para todos estos locales", ha anunciado Mariano Fuentes.

Una de las medidas estrella que se incluirá en la nueva Ordenanza está encaminada a regular la actividad de los repartidores para que no obstruyan la circulación, dado que el 'delivery' es la principal novedad de los últimos años. Así, el Ayuntamiento obligará a que todas las cargas y descargas se produzcan en el interior del local. "No solo desde el punto de vista de los suministros de materias primas sino también que la propia logística: que el 'delivery' (reparto a domicilio) se produzca en el interior de los locales". Será obligatorio una vez entre en vigor la nueva Ordenanza. Mientras, el Ayuntamiento está pidiendo a estas actividades que cuenten con espacio para carga y descarga en el interior del local y para que no estacionen en la calle.

Por otro lado, se estudiará limitar el número máximo de cocinas que se pueden instalar en estos entornos residenciales. Esto, según indican desde el área, no solo implicaría limitar el número de cocinas en un barrio sino el número de cocinas en el local, dado que muchas de ellas tienen más de un horno. Además "estamos extremando las medidas de los condicionantes técnicos de las chimeneas y de la evacuación de humos y olores que se cumpla lo que está regalado", avanza el delegado.

A los cambios puntuales que modificarían el Plan General, el Ayuntamiento suma una campaña de inspección específica para garantizar que las que ya operan cumplen con lo autorizado. "No solo inspeccionamos las multicocinas sino que hemos abierto el radio de acción y estamos inspeccionando otros posibles locales con una sola cocina pero que pueda estar elaborando productos para consumo en nuestras casas". Así, el área ya ha actuado sobre 23 locales situados en las zonas con más protesta vecinal. De estos se han inspeccionado 11: tres presentan deficiencias, otros tres están funcionando de forma correcta, mientras los seis restantes están aún en obras.

Si el Ayuntamiento admite que la norma está desactualizada y se ha embarcado en la inspección de los locales, ¿por qué no aplica a una moratoria de la concesión de nuevas licencias hasta que se modifique el Plan General? El área considera que al ser una actividad regulada, la aplicación de una moratoria traería consecuencias negativas para la población. De ahí, que la forma más leal es hacerlo después de la modificación. "Sobre todo cuando no están fuera de control, ni mucho menos es una expansión desmesurada, sino que la Agencia de Actividades está muy encima de que todo cumpla", insiste el área.

El Ayuntamiento niega ante la oposición un 'boom' de la actividad

Según los datos que maneja el área de Urbanismo, a día de hoy se han otorgado licencia de actividad únicamente a diez multicocinas, de las cuales solo cinco cuentan actualmente con la licencia de funcionamiento. Las restantes, "no están preparadas para iniciar su actividad". En relación a las autorizadas el delegado el área, Mariano Fuentes, remarca que son "actividades "legales, reguladas y que no son nuevas, pues la elaboración de comida preparada ha existido siempre".

Sin embargo, estas cifras chocan con las que ha facilitado la oposición. Desde el partido socialista han cuantificado una treintena de nuevas cocinas industriales que ejercen esta actividad. "Desde que el PP y Cs gobiernan en el Ayuntamiento hay 27 instalaciones nuevas concentradas en el interior de la M30 y algunas tienen hasta 38 cocinas. De seguir a este ritmo este año superaremos las 250 y ni todas son iguales ni tienen las mismas repercusiones", denuncian los socialistas. Más Madrid se suma al PSOE pero el Ayuntamiento lo vuelve a negar y asegura que no existe un 'boom' de estas cocinas.

Crece la preocupación entre los vecinos de Arganzuela

Una decena de madres, preocupadas por la salud de sus hijos.
Una decena de madres, preocupadas por la salud de sus hijos.
Enrique Cidoncha

Unos 900 niños se dirigen cada día al número 5 de la calle de Alicante (Araganzuela) dispuestos a estudiar. Ahí se encuentra el colegio público Miguel de Unamuno, donde desde hace pocos meses asoman unas nuevas chimeneas industriales. Se pueden ver desde la terraza de Alejandro, un vecino de 22 años que se dice "sorprendido" de la nueva obra. "Ni aporta al barrio algo diferencial ni es atractivo, ni supone una oportunidad laboral". Por eso, para este estudiante de 22 años las 12 cocinas que se están construyendo debajo de su casa solo "va a perjudica lo que ahora es un lugar seguro". Alejandro, con la mirada puesta en el futuro, enumera los inconvenientes: "En verano hará calor y no podré colgar la ropa; será caótico salir a la calle por la afluencia de gente y, bueno, es obvio que no se puede llevar un negocio así de estas características en mitad de un barrio céntrico".

Alejandro, desde su terraza.
Alejandro, desde su terraza.
Enrique Cidoncha

A la preocupación de este vecino se le suma el de las madres del colegio que velan por la seguridad de sus hijos. "Solicitamos que se paralice la licencia de este tipo de negocio en zona residencial y, sobre todo, cerca de un colegio. Apelamos al sentido común y a la empatía", dice Noelia, vecina y madre de dos menores que estudian en este colegio.

Noelia, madre de dos menores.
Noelia, madre de dos menores.
Enrique Cidoncha

Fue esta "amante del barrio" quien hace un par de meses se paró a leer el cartel que colgaba del local próximo al colegio. Tras documentarse "di el grito de alarma y movilicé a las familias por el gran problema que tenemos encima". Y es que no solo es "descabellado" ubicar una actividad propia de un polígono industrial en mitad de un barrio céntrico, sino "pared con pared" con un colegio.

Eva, madre de un hijo de cuatro años.
Eva, madre de un hijo de cuatro años.
Enrique Cidoncha

A Eva, además de los humos, le preocupa sobre todo la seguridad vial. "El tráfico en la zona es preocupante porque hace poco atropellaron a una profe en un paso de peatones. Imagina cuando abran las cocinas...". Esta madre y vecina de Arganzuela está unida a las revueltas escolares, un movimiento que demanda entornos seguros en las áreas de los colegios. "Pedimos que se corten las calles a la entrada y salida del cole de los niños, y esto es todo lo contrario", lamenta.

Raquel, otra madre del colegio Unamuno.
Raquel, otra madre del colegio Unamuno.
Enrique Cidoncha

Raquel comparte la preocupación de las otras madres y vecinas. Además de augurar problemas de la contaminación que generarían acumulación de camiones, cree que el verdadero problema está en los olores nocivos. "Por el virus las aulas mantienen siempre las ventanas abiertas, por lo que los niños estarán respirando todo el día el humo de las chimeneas". Y es que para Raquel lo que le importa es que su hijo "respire aire limpio".

Iris pide al Ayuntamiento que paralice la licencia.
Iris pide al Ayuntamiento que paralice la licencia.
Enrique Cidoncha

Iris lleva diez días dándole vueltas a la cabeza. "Nuestros hijos van a estar muy expuestos a los humos y a la contaminación acústica", dice esta vecina que dice haber leído estas quejas en vecinos de otros barrios próximos a cocinas fantasma. Además, "no deja de ser una actividad industrial en medio de un barrio y esto tiene que tener un filtro medioambiental compatible con un barrio residencial". Por eso Iris tilda el futuro negocio de "trajín industrial". Aún así admite no tener "nada en contra de ellos" (los comerciantes). Es más "me alegro de que haya sectores en auge en medio de una pandemia, pero eso deberían hacerlo en un polígono con buenas conexiones", opina.

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