La amenaza de los okupas sigue siendo una realidad, especialmente en algunas comunidades del territorio español como Cataluña, donde se han comenzado a detectar algunas nuevas estrategias por parte de las mafias a la hora de colarse en viviendas.

Si hace unos meses era en Madrid donde se detectaban nuevas prácticas para evitar desahucios tras una okupación, ahora se ha detectado otra en Cataluña ante la creciente presión policial. Indica Fede Cedó en La Vanguardia que estas mafias han comenzado a usar a familias vulnerables que cuentan con niños pequeños, a los que estarían utilizando como elemento de contención ante un desalojo que, según la ley, debe realizarse en las 48 horas inmediatas a la okupación.

Los pisos preferidos seguirían siendo los que están o estuvieron en manos de entidades bancarias, pero ahora se estarían usando más menores de lo detectado hasta la fecha. Muchos serían jóvenes extutelados, cuya presencia ralentiza mucho más un proceso de expulsión ya que han de incluirse la presencia de servicios sociales y de atención a la infancia.

Las mafias ahora estarían valiéndose de esos jóvenes y de familias con niños pequeños y estarían teniendo éxito al pasar el límite de las 48 horas. Lo que paga la familia al clan sigue estando una cifra alrededor de los 2.000 euros. Familias, muchas veces itinerantes, a las que incluso se les llega a cobrar para que pasen solo unos meses en la vivienda antes de ofrecerla a otro grupo de okupas.

Desde La Vanguardia señalan otras estrategias nuevas también descubiertas por la Policía, como autodenunciarse una vez llevan días dentro de la vivienda, lo que imposibilita que se les pueda desahuciar de manera rápida.