Esta Semana Santa vuelve a estar marcada por las restricciones de movilidad debido a la pandemia del coronavirus con el objetivo de frenar la transmisión ante el previsible incremento de los desplazamientos en estas fechas. Así, todas las Comunidades Autónomas se encuentran bajo el cierre perimetral que impide la entrada y salida en las mismas, salvo causas debidamente justificadas.

Como en cualquier operación especial de Semana Santa, la Dirección General de Tráfico (DGT) apoyará desde el aire la vigilancia, control y gestión del tráfico de las carreteras repartidas a nivel nacional y, para ello, utilizarán dispositivos como drones.

¿De qué se encargan estos dispositivos?

Según informa la DGT, estos dispositivos cuentan "con un radio de acción de 500 metros y están dotados de cámara de alta definición". Se utilizan en las carreteras españolas desde 2019 y "a través de estos sistemas se intensificarán las vigilancias en tramos de riesgo; las destinadas a la protección de usuarios vulnerables de las vías en tránsito, en particular, de los ciclistas, motociclistas y peatones; la supervisión de distracciones durante la conducción; y los controles de velocidad", señala la DGT.

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En total son 11 los drones que controlan algunas de las vías principales. "Tres cuentan con el informe técnico del Centro Español de Metrología para poder vigilar el tráfico y detectar infracción, mientras que los ocho restantes se emplean en monitorizar y regular el tráfico".

Según los datos recopilados por la DGT de enero a agosto de 2020, estos dispositivos realizaron más de 430 horas de vuelo y captaron 220 infracciones, la mayoría de ellas por no respetar la prioridad (28%). Otras infracciones cometidas por los conductores incluían el uso incorrecto del cinturón de seguridad (16%), el uso del móvil (12%) o no respetar las marcas de la calzada (12%).

¿Cómo es su instalación? ¿Y su funcionamiento?

El primer paso es elegir el tramo de la carretera para su vigilancia y control. Así, los encargados de esta selección serán los jefes provinciales de Tráfico, los Centros de Control de la DGT y los subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Con los datos obtenidos y según las limitaciones, se "realiza un listado de las zonas de misiones y un calendario de fechas y tramos".

Una vez elegido el punto de vigilancia de los drones se tiene que seleccionar otra zona cercana al tramo "donde se pueda estacionar con seguridad la furgoneta de la Unidad de Medios Aéreos (UMA)" y después se procederá al montaje del dron. Asimismo, se comprueba "el funcionamiento y la calibración del aparato y de las cámaras para captar y grabar las posibles infracciones".

Estos drones no podrán cruzar la carretera, "salvo autorización expresa", ni volar por encima de los 120 metros. Tampoco situarse cerca de lugares estratégicos, como aeropuertos. Será operado por un piloto acreditado, mientras que la cámara "puede ser controlada y manejada por un funcionario de la UMA o por un agente de la Guardia Civil, lo cual condiciona la forma de notificar la multa".

Entonces, ¿cómo se notifica al conductor una posible denuncia por infracción? Dependiendo de la disponibilidad, una patrulla de tráfico de la Guardia Civil se tiene que situar en las proximidades del tramo vigilado con drones y si se produce una infracción "detiene al conductor responsable y le notifican la apertura del expediente sancionador in situ", detalla la DGT.

No obstante, estos dispositivos solo pueden captar determinadas infracciones al volante, como no utilizar el cinturón de seguridad o saltarse alguna señal de tráfico.