Este martes, Cuatro emitió En el punto de mira. El programa de investigación se centró, en esta ocasión, en los TOC (Trastornos obsesivos compulsivos). Y es que, muchos de ellos se incrementan en situaciones de estrés o incertidumbre, como es el caso de la pandemia. 

Más, si cabe, si esos trastornos tienen relación con los gérmenes, como es el caso de Ana, con el TOC de la contaminación, que se traduce al miedo a contaminarse con gérmenes. En el caso de la joven, el TOC fue consecuencia directa del hecho de que le diagnosticaran a su hermano una enfermedad contagiosa.

Sin embargo, ha empeorado con la pandemia, como es lógico. Por su hermano, no toca ni los grifos del hogar en el que vive, pues es donde estuvo su familiar enfermo. Esta obsesión con la higiene ha hecho que, cada día desde que comenzó la pandemia, se eche alcohol alcohol en el cuerpo para "desinfectarse".

La chica contó cómo, cuando está en casa, lo que considera un foco de infecciones, lo único que hace es estar metida en su cama, por lo que todo le da miedo y llega a estar varios días sin comer. Además, necesita ayuda para ducharse y teme hasta llevar abrigo o teléfono móvil porque siente que "están contaminados".

Respecto a las medidas de prevención contra la COVID-19, confesó que estaba muy contenta con la idea de las mascarillas y evitar el contacto humano tal y como hacía ella. De hecho, contó que llevaba unos seis años sin abrazar a su madre.