Si hay algo que no se perdona en las redes sociales es una fotografía que dé para broma o meme, como, por ejemplo, la imagen de Pilar Rubio cuando fue en 2013 a denunciar. Pero en el caso de Jorge Javier Vázquez sus instantáneas cuando ha estado borracho suelen poblar Internet cada vez que sucede alguna polémica en la que está inmiscuido o cuando sus haters pretenden denostar su figura.

El alegato de Jorge Javier a favor de las mujeres: "Qué cosas han tenido que aguantar y qué poco se han quejado"

Por ello, desde su blog en la revista Lecturas, el presentador de Sálvame ha querido contestar a todos aquel que pretenda seguir atacándolo con dichas fotos, partiendo además de una base muy sencilla: ojalá, tal y como estamos ahora, poder volver a emborracharse a gusto.

El periodista de 50 años sí que muestra su hartazgo y cansancio porque sus robados en el peor momento sean una especie de plaga pero que ello no quita que le encantaría poder volver a vivir esos momentos, por más que en ellos aparezca realmente afectado por el alcohol.

"Siempre que tengo una movida en la tele envían a mis redes sociales las dos fotografías en las que salgo muy perjudicado en una discoteca. Qué aburrimiento. Cada vez que las veo pienso que debo renovarlas, que cuando esto acabe haré como Mila: celebrarlo como si no hubiera un mañana encima de la barra de un bar. Sudado, con la ropa rota y los ojos mirando exactamente a Camboya.", ha sido la ocurrente respuesta de Jorge Javier a todos sus haters (e incluso algunos admiradores).

"Que conste que no lo haré por mí, sino por toda esa gente que, queriéndome ridiculizar, solo puede echar mano de dos fotografías. Necesito darles munición, fondo de armario, bibliografía. Soy un ser de luz y siempre pienso en los demás", ha ironizado el conductor del programa estrella de Telecinco, que ha titulado su columna Mila Ximénez tiene ganas de una juerga de toma pan y moja.

Con mucho sarcasmo, Jorge Javier explica que, para que todo el mundo se haga "una idea de lo salvaje que es últimamente" su vida, "una de las cosas más excitantes" que ha hecho esta semana "ha sido desayunar un cruasán y un dónut de chocolate". "Sí, lo sé, una temeridad", añade, con el obvio doble sentido de que preferiría aunque fuera un 10% de lo que se ve en sus imágenes populares.

"Y seguro que habrá gente que después de leer esto se echará las manos a la cabeza alegando que estoy promoviendo hábitos alimentarios poco saludables. Pues a todas estas personas, solo decirles que lo siento, que tampoco soy Elsa Pataky. Hay gente pa tó", finaliza, parafraseando al torero Rafael Gómez Ortega, El Gallo.