Casado se ha expresado así en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, enfermedad que ha asegurado que pese a la COVID-19 hay que seguir "diagnosticando, tratando y curando".

La consejera ha incidido en que los cánceres más comunes son el colorrectal, el de próstata, mama, pulmón y piel y la enfermedad afecta más a hombres que a mujeres.

A lo largo del pasado año en Castilla y León se detectaron 17.786 procesos oncológicos nuevos frente a los 17.597 de 2019, ha señalado la consejera, quien ha incidido que es una patología con influencia en cuanto a disposición genética pero que también está vinculada a hábitos de vida y se espera que los procesos aumenten en los próximos años con una previsión de superar los 18.000 en 2025 en la Comunidad.

La prevalencia de la enfermedad, es decir, el número de casos totales en Castilla y León, es de 50.270 y a lo largo del pasado año fallecieron 7.555 personas, una cantidad "importante" si se tiene en cuenta que son unas muertes diarias.

Frente a esos datos, Casado ha enviado un mensaje de "esperanza" a todos los que han sido diagnosticados de esta enfermedad para que "no se rindan" porque hay "muchas posibilidades" de salir adelante, ya que "por suerte" a día de hoy "no es lo mismo que hace años" porque a pesar de la evolución "nefasta" de algunos casos, muchos "se curan" y otros se cronifican.

La consejera agradecido el trabajo de quienes trabajan en el diagnóstico, tratamiento, curación y "alivio" de estos pacientes, así como de los voluntarios y asociaciones que trabajan para mejorar su calidad de vida.

Verónica Casado ha apuntado que a pesar de que la COVID-19 acapara "gran parte" de la atención se trabaja de forma "muy intensa" para seguir abordando la patología no COVID y, "como no", el cáncer, porque muchos ciudadanos siguen enfermando y tienen la obligación de darles "la mejor respuesta" que se pueda en el contexto actual.