El Consorci d'Educació de Barcelona ha decidido descartar de forma definitiva el cierre de la escuela Can Clos, ubicada en el barrio de la Marina. La intención era trasladar a los alumnos de Can Clos a la escuela Enric Granados, una fusión que serviría para fomentar la escolarización en ambos centros, que era baja. Además, el Consorci alegó que los equipamientos eran "deficientes", a la vez que ya había invertido en ampliar los espacios de la Enric Granados, por lo que consideró que agrupar ambos colegios era la mejor opción.

Las familias de Can Clos se opusieron a este traslado porque defendían que la escuela estaba situada en un ambiente rodeado de naturaleza y que ese cambio modificaba por completo el proyecto educativo inicial del colegio.

Barcelona, en plena lucha contra la contaminación en las escuelas, cerrará Can Clos, situada en un entorno natural

La pandemia obligó a retrasar los planes de mudanza pero ahora el Consorci ha dado un paso atrás y ha decidido mantener abierto el colegio, una decisión que se ha comunicado este miércoles a las familias y a la dirección del centro, según ha informado el Consorci en un comunicado.

"Esta decisión implica la apuesta por la continuidad de la escuela y se acompaña con un compromiso formal para la mejora del equipamiento educativo", han explicado. En este sentido, el Ayuntamiento ha anunciado la inversión de un millón y medio de euros que irán destinados a mejorar la infraestructura de Can Clos a través de unas obras que están previstas para que empiecen este verano.

Además, el Consorci ha expresado su implicación con el proyecto educativo de Can Clos, vinculado al entorno natural dentro del Parc de Montjuïc, con el que se ha comprometido a "continuar trabajando y reforzar".

El consistorio también prevé futuras actuaciones enmarcadas en el Pla de Barris, y es que se está planteando la apertura al barrio del centro educativo, para así darle otros usos más allá del horario escolar.

En la decisión de seguir adelante con el proyecto de Can Clos, el Consorci también ha tenido en cuenta que el barrio vecino de la Marina crecerá en los próximos años y que, por lo tanto, las familias necesitarán oferta educativa pública.