Todos los expertos coinciden en que los riesgos de contagio de coronavirus son mucho más bajos al aire libre que bajo techo, pero aún así, ese riesgo no se elimina.

La BBC ha publicado un reportaje en el que explica cuáles son esos riesgos y qué posibilidades hay de contraer el virus con el cielo como techo.

El aire libre es más seguro porque el propio aire dispersa y diluye el virus, y ayuda a evaporar las gotas en las que se transporta.

No sólo el aire: la luz solar ultravioleta mata, o el menos debería ser capaz de hacerlo, cualquier virus.

Pero el aire libre no es infalible: un estudio en China reveló que una conversación entre dos personas, durante 15 minutos cara a cara, es suficiente para transmitir el coronavirus.

Si alguien está infectado con el coronavirus, lo libera al respirar y sobre todo, al toser.

Las gotas caerán rápidamente al suelo, pero pueden alcanzar las mucosas de otras personas si están a menos de dos metros de distancia.

Pero además, la persona infectada también libera partículas más pequeñas, llamadas aerosoles, si bien en el exterior deberían dispersarse rápidamente.

Por eso el peligro es escaso cuando nos cruzamos con una persona, porque pasa muy poco tiempo como para que pueda haber contagio.

En declaraciones a la BBC, Cath Noakes, asesora del gobierno británico, dice que "no queremos que la gente tenga miedo de cruzarse en la calle".

Según Noakes, alguien tendría que toser directamente y que inhalaras en el momento equivocado para que ocurriera un contagio.

En cambio, si este contacto se prolonga en el tiempo, el peligro aumenta: "La triste realidad es que tu mayor riesgo proviene de las personas que conoces"., dice.

¿Y qué ocurre en espacios semicerrados, como una parada de autobús o un mercadillo? El riesgo aumenta en tanto el aire no se mueva.