La naturalidad con la que nos hemos relacionado con nuestra piel durante el año pasado ha hecho que queramos enfrentarnos al 2021 con un cutis liberado de la pesadez de las bases de maquillaje y que se vea bonito, radiante y unificado de forma natural.

En las redes sociales se ha popularizado el maquillaje sin base, cuyo secreto radica en una buena rutina de cuidado facial. Al leer esto ya nos estaremos imaginando los 10 pasos de la rutina coreana y en el tiempo (y dinero) que tendremos que invertir para conseguir una piel perfecta, pero nada más lejos de la realidad.

El 2020 nos trajo muchas cosas, entre ellas el minimalismo y descubrimos que solo necesitamos 4 pasos para vernos con una piel bonita y saludable: limpiar, hidratar, proteger del sol y aplicar polvos bronceadores en los lugares clave.

Ya nos lo venía advirtiendo Rihanna desde que sacó su línea Fenty Skin con tan solo 3 productos, y es que realmente no necesitamos más. La limpieza nos ayuda a eliminar la suciedad y el exceso de grasa que obstruye nuestros poros, preparando la piel para que penetren mejor los cosméticos; la crema hidratante nutre el cutis, sella la hidratación, reduce las líneas de expresión y la apariencia de los poros e ilumina; y finalmente los fotoprotectores previenen las arrugas, las manchas y nos protege de las quemaduras.

Una vez tengamos estos productos aplicados (utilizando aquellos indicados para nuestro tipo de piel), es la hora de dar los toques finales con el bronceador. El secreto es aplicarlo en las sienes, pómulo, mandíbula y nariz dibujando un 3 con el movimiento de la brocha desde la sien hasta la mandíbula. Con el producto restante, ponemos un pequeño toque en la punta de la nariz y listo.

De esta forma, añadimos dimensión al rostro y lo hacemos parecer más fresco. Si queremos que parezca aun más saludable, siempre podemos agregar un poco de colorete sin cambiar de brocha en los puntos donde solemos sonrojarnos.