Los restauradores de pequeños pueblos catalanes rompen los platos en protesta por el confinamiento municipal

  • Los restaurantes Km0 protestan por las restricciones de movilidad vigentes y la falta de ayudas económicas efectivas.
  • Han preparado un menú simbólico y han roto los platos que llevaban escritos mensajes como 'trabajo' y 'sueños'.
Concentración de restauradores en plaza Sant Jaume.
Concentración de restauradores en plaza Sant Jaume.
MIQUEL TAVERNA
Concentración de restauradores en plaza Sant Jaume.

Más de un centenar de restauradores de establecimientos de pueblos pequeños agrupados en la coordinadora 'Slow Food' han abierto sus puertas este lunes en medio de la plaza Sant Jaume de Barcelona, instalando sus mesas y sus platos en lo que ha sido una escenificación que pretende "visibilizar el problema de la hostelería", funcionando a medio gas y sin ayudas efectivas.

En el horario de mediodía permitido para abrir los bares y restaurantes, de 13h a 15.30h, han simulado el servicio de comida con un menú simbólico. Una degustación que ha empezado con un entrante de 'Mala gestión de nuestros políticos con toques de improvisación' y que ha acabado con la sesentena de platos rotos en el suelo, que llevaban escritos mensajes como 'sueños', 'trabajo' o 'rigor'. 

Los asistentes se han cubierto la cara con máscaras de Salvador Illa, Pedro Sánchez, Alba Vergés y Pere Aragonès, políticos que han estado al frente de la gestión de la crisis de la Covid-19, y han lanzado los platos al suelo, una acción que refleja "cómo se están esfumando nuestras ilusiones y negocios", según ha explicado uno de los miembros de la coordinadora 'Slow Food', Martí Rosàs.

Rosàs, también responsable del restaurante Ca la Maria en Llagostera, ha explicado a 20minutos que el "problema principal" que tienen los restaurantes que trabajan con productos de kilómetro cero es que trabajan en zonas poco pobladas que, con las restricciones de movilidad, se han encontrado con los locales vacíos. De hecho, de los 57 restaurantes agrupados en esta coordinadora, que fomenta el uso de productos de kilómetro cero, dos de ellos han tenido que bajar la persiana definitivamente mientras que otros 10 se mantienen a la espera de que se levanten las restricciones de movilidad.

El confinamiento municipal que lleva vigente desde el 7 de enero sumado al que ya se aplicó durante los fines de semana en el mes de noviembre ha derivado en un "cierre encubierto" para el sector, ha manifestado Rosàs. "Podemos abrir pero no puede venir gente de fuera", ha añadido.

Concentración de restauradores plaza Sant Jaume.
Los restauradores se han puesto máscaras con la cara de políticos y han roto los platos que llevaban mensajes escritos.
MIQUEL TAVERNA

El propietario de Ca la Maria se ha mostrado de acuerdo con cumplir con las medidas de seguridad requeridas, como el límite de aforo y la distancia de seguridad entre comensales, pero ha reclamado que "si nos limitan, al menos que haya ayudas económicas reales" y que se cumplan los pagos de los ERTE.

"Estamos hartos, la situación es insostenible", ha afirmado en la concentración el presidente de Cocineras y Cocineros Km0 Slow Food, Isaac Gómez, a la vez que ha pedido un confinamiento comarcal en las zonas rurales.

Los pequeños productores, un daño colateral de las restricciones

Rosàs ha lamentado que las restricciones vigentes no solamente están afectando a los propietarios de los restaurantes, sino también a los pequeños productores que hay detrás y que abastecen a la hostelería. Es por ello que, entre otras cosas, el dueño de Ca la Maria sigue subiendo la persiana de su restaurante cada día.

Aunque ahora solamente están "tapando agujeros" porque no están teniendo grandes ingresos, afirma que si está abriendo su negocio es para quitar esa "imagen de pesimismo" y evitar el cierre por completo. "Si vendemos una botella de vino al menos ya hay un productor que se está beneficiando", añade.

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