La situación en Washington y, más concretamente, en los alrededores del Capitolio, se está desbordando después de que centenares de seguidores de Donald Trump lo hayan asaltado para frenar el recuento de votos que debía certificar la victoria electoral de Joe Biden.

Fue precisamente Trump quien arengó a su 'masa' con un discurso previo en el que fue categórico: "Nunca me rendiré". Los seguidores tomaron su discurso al pie de la letra y comenzaron el asalto al Capitolio, donde el recuento tuvo que ser suspendido y varios políticos evacuados.

Y volvió a ser Trump, a golpe de tuit, el que pidiera un poco de paz.

No consiguió su objetivo, pues la violencia sigue en Washington, donde la alcaldesa ha decidido establecer un toque de queda a las seis de la tarde.