El juez decano de Zaragoza, Mauricio Murillo, precisó que la prolongación de jornada ya es un hecho, y que espera obtener de inmediato, «lo más tarde, el próximo mes», la autorización ministerial para incorporar un juez adjunto.

Los empleados de tribunales también esperan que se aplique de inmediato una solución, siquiera parcial, a la congestión del tribunal que asume los casos de malos tratos, «porque la situación es insostenible. Si no hay mejoras, nos vamos a movilizar», advirtió el portavoz de Justicia de CC OO, Luis Casero.

Siete casos diarios

El Juzgado número 11 gestiona una media diaria de siete casos de denuncia por malos tratos. Estos asuntos derivan la mayor parte de las veces en procedimientos civiles de divorcio o separación, que también están empezando a ser asumidos por este tribunal, amén de instruir algunos otros casos de distinta naturaleza.

Justicia descarta la creación este año en Zaragoza de un juzgado específico para casos de violencia doméstica, «por falta de disponibilidad financiera», precisó el juez decano. Murillo sostiene que no dotar a Zaragoza de este servicio es «un claro fallo de previsión. Espero que en 2006 se corrija».

El juez adjunto que reforzaría al de instrucción número 11 saldría de los ya titulados en la Escuela Judicial, pero todavía pendientes de destino definitivo.

Psicólogo y asistente social

La agilización de las vistas sobre malos tratos también se va a impulsar con la dotación, ya aprobada, de una plaza de psicólogo y otra de asistente social en el Instituto de Medicina Legal de Aragón. La mayor parte de los casos de violencia doméstica exigen peritación psicológica, que ahora realiza una sola persona, lo que retrasa  hasta seis meses la resolución del asunto, según precisó el juez decano. Otro psicólogo permitiría reducir los plazos en hasta cinco meses.