En un comunicado, el PSOE señala que esta iniciativa parte de la Fundación José Saramago y propone el empoderamiento de la ciudadanía a través de la defensa activa de los derechos y deberes adquiridos que contempla la declaración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

"Reforzamos la perspectiva democrática y los valores humanistas occidentales que propiciaron nuestro espacio común y que inspiraron la creación de organizaciones como Unesco o la Asamblea General de Naciones Unidas. Valores que también recoge la Constitución Española para la defensa de la ciudadanía ante los retos que marcan nuestro tiempo. Pretendemos construir un futuro mejor basado en los pilares de la responsabilidad cívica, contribuyendo desde el municipalismo a su divulgación a través de la creación de proyectos cívicos que lleven a los barrios de la ciudad el mensaje de la participación y de la responsabilidad", según ha destacado la portavoz socialista, Adela Castaño, en su defensa.

Esta perspectiva parte del discurso que ofreció el premio nobel de literatura José Saramago, hijo predilecto de Andalucía, en el 50 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, en la que cuestionaba el papel de los estados, las empresas, los medios de comunicación, las comunidades religiosas y las sociedades para que la relación de derechos y deberes que recoge no sólo resulten reconocidos sino también respetados.

Por ese motivo, se establece "la necesidad de adaptación del espíritu humanista que impregna este reconocimiento de las libertades individuales a la realidad actual señalando como factores de transformación de la convivencia los retos que marcan la revolución tecnológica, la aparición de las redes sociales, el intercambio de información, el incremento de los procesos democráticos y de la participación ciudadana, la extensión del derecho internacional, la diversidad social y la centralidad de la igualdad de género".

Estos factores de cambio provocan, según agrega, "amenazas ciertas a los sistemas democráticos y a los derechos, obligaciones y libertades individuales y colectivas adquiridas como son el deterioro del medio ambiente y el cambio climático, el cuestionamiento de los avances, la pluralidad y los sistemas democráticos, la degradación de las condiciones laborales, la instrumentalización de espacios digitales para la evasión de deberes y responsabilidades por parte de las grandes corporaciones, el aislamiento del individuo ante estas realidades, el alejamiento de las zonas de participación colectiva o el crecimiento de la desigualdad entre personas y territorios".