La Policía Local de Torrejón de Ardoz, en colaboración con la Policía Nacional, detuvo este fin de semana a un individuo al que se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas, según informó este lunes el Ayuntamiento de la localidad.

Los agentes detuvieron a un hombre de nacionalidad ucraniana de 43 años que ya tenía antecedentes por el mismo delito y que, en el momento de los hechos, portaba una pistola "lista para ser usada", según el Consistorio.

La detención se produjo cuando ambos cuerpos fueron alertados de la presencia de un hombre ebrio en el interior de un local hostelero situado en la carretera de Loeches, en Torrejón. El individuo llevaba un arma de fuego "montada y lista para efectuar disparos", por lo que los agentes lo detuvieron por un presunto delito de tenencia ilícita de armas.

Se dieron a la fuga

Por otra parte, en esa misma noche, los efectivos policiales detuvieron a otras tres personas de origen rumano que trataron de huir en un vehículo cuando los agentes les dieron el alto. En el interior del coche en el que viajaban se encontraron diferentes herramientas para la realización de actos delictivos, así como una gran cantidad de monedas de curso legal.

La detención tuvo lugar tras una persecución protagonizada por agentes de la Policía Nacional, que tuvieron que seguir a un vehículo que se dio a la fuga cuando le dieron el alta, intentando además atropellar a los agentes.

Los hechos se produjeron en la zona centro del municipio cuando los efectivos policiales observaron un coche sospechoso con cuatro individuos que, al percatarse de la presencia policial, iniciaron la huida. Los agentes de la Policía Local acudieron en apoyo de los nacionales tras solicitar la ayuda a través de los equipos transmisores, y llegaron a detener a tres de los cuatro individuos que viajaban en el automóvil.

En el interior del vehículo se encontraron diferentes herramientas para realizar actos delictivos como alicates, linternas o gorros de camuflaje, además de una gran cantidad de monedas que hicieron suponer a los agentes que hubieran cometido algún acto delictivo, motivo por el cual intentaron darse a la fuga.