El gobierno municipal de Barcelona ya se ha puesto manos a la obra para embellecer las terrazas instaladas en la calzada por la Covid.

La semana pasada anunció que estos espacios exteriores de bares y restaurantes podrán quedarse de forma definitiva sobre el asfalto si los responsables de los negocios así lo desean y que las antiestéticas barreras amarillas de hormigón que los delimitan se sustituirán por un "mueble-plataforma de ampliación de la acera". Este miércoles ha informado de que ya se está comprobando cómo funcionan estas tarimas.

Para ello, el Ayuntamiento ha instalado una en una terraza situada en el cruce de las calles València y Casanova, en el marco de una prueba piloto. Tiene una superficie de poco más de 20 metros cuadrados y permite poner cuatro mesas con cuatro sillas cada una. 

Se ha promovido a través del proyecto FURNISH de la Unión Europea como respuesta a la pandemia y la ha diseñado el Institut d’ Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC). Si da buenos resultados, el Consistorio abrirá una convocatoria a empresas para que hagan propuestas de prototipos, con la idea de empezar a instalar las tarimas a finales del primer trimestre de 2021. En 2022 serán obligatorias para mantener las terrazas sobre la calzada.

Está prevista, asimismo, otra convocatoria para que escuelas de diseño y arquitectura aporten ideas para personalizar los veladores, aunque el Consistorio no le ha puesto todavía fecha.

Además de las terrazas sobre la calzada, también podrán ser definitivas las que combinan calzada y acera, que ahora son 40, y que junto a las 1.299 que están solo sobre el asfalto, ocupan 23.176 metros cuadrados que antes eran para el tráfico a motor. Será posible solicitar las licencias para dejar atrás la provisionalidad a partir de 2022, una vez termine la vigencia de las excepcionales, que tal y como ya se acordó, se prorrogará hasta diciembre de 2021.

Este miércoles, como ya anunció el Ayuntamiento, se ha abierto un nuevo plazo de un mes, que acabará el 9 de enero, para que los restauradores que no lo han hecho puedan pedir instalar una terraza o ampliar la que ya tienen.

Desde mayo, el Consistorio ha recibido 6.731 solicitudes para ello y ha autorizado menos de la mitad, 3.129. Esto ha supuesto llegar a las 32.600 mesas (con 33.398 sillas), 8.600 más que antes de la pandemia.

2.528 no han entrado a trámite porque tenían defectos, según el Ayuntamiento, no corregibles –por ejemplo, porque faltaba el NIF o la licencia de actividad– y 4.203 se han resuelto. De estas últimas se han aprobado 3.129, es decir, tres de cada cuatro, el 74%, mientras que se han denegado 1.074, la mayoría por falta de espacio en la vía pública.

Una grada para jugar junto a las escuelas

El Ayuntamiento también testea una grada de madera modular en el entorno pacificado de la Escola Sagrada Familia, en el distrito de Gràcia, que promueve el juego de los niños y niñas y se puede usar para actividades lúdicas y como zona de descanso. Se trata de un prototipo diseñado por la escuela Elisava que se colocó el pasado 21 de noviembre en el marco del programa Protegim les Escoles.