'Jóvenes y abuso de alcohol. Educar paso a paso en la prevención' es el título de esta obra en la que Calleja, catedrática de Psicología de la Universidad de Valladolid ya jubilada, ha contado con el trabajo de los doctores Laura Clavel e Isaac Pascual. Este último ha aportado, además de su formación como cardiólogo, el trabajo estadístico del libro.

Las ideas plasmadas en esta guía son fruto de años de trabajo en los que Calleja ha impartido y promovido distintos cursos con alumnos de Magisterio y de Trabajo Social orientados al análisis del consumo de alcohol entre los jóvenes, con el intercambio de puntos de vista y el sondeo a estos alumnos y su entorno como ideas destacadas en la estrategia de prevención, como ha reconocido la autora en declaraciones realizadas a Europa Press.

"No hay de decirles, hay que escucharlos", ha subrayado Calleja, quien ha destacado el "gran interés" que levantaron estos cursos, los cuales se ampliaron posteriormente mediante convenios con la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Valladolid.

Así, la disección de la percepción que los jóvenes tienen del alcohol y su implicación resulta fundamental a la hora de generar un autoconcepto en una etapa evolutiva, como es la adolescencia, "crucial" para consolidar unos hábitos.

Los cuestionarios realizados durante estos años constituyen el anexo del libro, disponible en la plataforma Amazon, una obra que huye del concepto de padres como amigos. "Es un error", subraya Calleja, quien identifica a esos amigos como "los iguales" del joven y advierte de que los progenitores no pueden sustituir ese papel.

El análisis que ese grupo de amigos sea capaz de hacer sobre las graves consecuencias del abuso de alcohol y que el joven sea capaz de "contradecir" aquellas propuestas enfocadas a un consumo abusivo es otro de los aspectos que promueve esta guía.

EDUCAR "PASO A PASO"

Entre las conclusiones del libro está la necesidad "urgente" de abordar la prevención "desde la familia y la escuela", así como "educar paso a paso" en esta prevención, la percepción del riesgo, desarrollar un control emocional para enfrentar las vulnerabilidades a que acechan a los jóvenes y habilitar para ello "redes de apoyo natural" junto con "hábitos saludables en el ocio".

María Francisca Calleja ha subrayado que "anticiparse es lo más barato" ante una realidad que, pese al "deterioro" que produce en la persona, está "bien vista socialmente". Frente a esa "permisividad social" y la costumbre de "mirar para otro lado", es preciso un trabajo de concienciación, sostiene, en los adultos que permita la educación posterior de los jóvenes.

El libro arranca con una fundamentación teórica que parte del aprendizaje social cognitivo en el que el individuo interactúa con la sociedad y que en la práctica va desde la preparación de la conducta en el abuso del alcohol hasta la identificación de este hábito pernicioso como un estímulo del esfuerzo, como ejemplifica la actitud con que los alumnos acuden a los exámenes con la intención de emborracharse tras su conclusión, según enfatiza la autora.

La persona, la conducta y la situación en que se desenvuelven forman parte de ese modelo teórico y se relacionan entre sí de modo bidireccional, ante lo cual, insiste, la "clave" es "la prevención", ya que en esa etapa de aprendizaje social "igual que influyen hábitos patógenos pueden hacerlo los saludables", advierte Calleja.

A la hora de educar en la prevención, esta catedrática jubilada apuesta por incluirla de forma transversal en los contenidos curriculares, desde los enunciados de los problemas matemáticos hasta los textos de Lengua.