Los 38.000 euros en efectivo hallados en el despacho del antiguo edil de ERC en Cabrera de Mar (Barcelona), Enric Mir, han sido vinculados por la Guardia Civil al supuesto pelotazo urbanístico de la lujosa masía Villa Bugatti, que el juez atribuye al exconseller republicano Xavier Vendrell.
Así figura en uno de los informes que integra el sumario de la causa que instruye el titular del Juzgado de número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, sobre el supuesto desvío de fondos públicos para costear gastos del expresident Carles Puigdemont en Waterloo (Bélgica), y por la que el pasado 28 de octubre fueron detenidas 21 personas, entre ellas Mir y Vendrell.
El dinero "de muy dudosa justificación" que se incautó durante el registro al despacho del entonces concejal de Urbanismo, en el marco de la Operación Volhov, estaría relacionado con la lujosa finca, frecuentada por políticos en fiestas y eventos y cuya recalificación dobló su valor, pasando de los cinco a los diez millones de euros.
Los investigadores se basan en una conversación interceptada entre Vendrell, dos días antes de los registros, con uno de sus socios de Maresme Futur, la sociedad que supuestamente habría constituido para "explotar" el negocio de Villa Bugatti. Y es que, "el hecho de que hablasen de dinero negro con el que se está sufragando el coste del proyecto de Villa Bugatti y que al concejal de urbanismo Enric Mir, el cual viene haciendo todo lo posible por agilizar los trámites para la aprobación puntual del POUM de Cabrera de Mar, se le hubiesen incautado 38.000 euros de muy dudosa justificación, parece indicar que su procedencia fuese, precisamente, de los pagos realizados".
Por su parte, Mir anunció la pasada semana su "dimisión irrevocable", el mismo día que ERC hizo pública la apertura de un expediente en su contra, le suspendió cautelarmente de la militancia y lo instó a abandonar su acta de concejal, convirtiéndose así en el primer cargo público apartado a raíz de las detenciones practicadas por la Guardia Civil en dicha operación. Ahora bien, pese a la renuncia, Mir alegó que el dinero no tenía nada que ver con el caso judicial y lo atribuyó a "una operación de venta particular" de un inmueble familiar.
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