Por nuestras carreteras circula gasolina, gases inflamables y residuos tóxicos. Y no pocos; el año pasado pasaron por la red viaria 5,84 millones de toneladas de mercancías peligrosas. El Gobierno vasco ha empezado este mes a mirarlas con lupa. Ha desplegado una red de 24 cámaras por las carreteras para controlar en todo momento dónde están esas mercancías. Todo eso, para que, ante cualquier accidente, los servicios de emergencia puedan actuar ipso facto.

Las cámaras presumen de ser el último grito en Europa. Son paneles con multitud de objetivos capaces de sacar 1.000 fotografías por segundo. Pueden trasladar al centro de control la matrícula del camión, las placas que detallan el tipo de mercancía que lleva, las dimensiones del vehículo, sus características externas...

Además, con toda esta información, la Administración podrá adecuar mejor las infraestructuras. Al conocer al detalle cómo son transportadas las mercancías peligrosas por nuestro territorio, afinará mejor la adaptación de los recursos. Por ejemplo, podrá ensanchar carreteras en los lugares que sea preciso, o planificar guías de evacuación en túneles peligrosos.

La mitad de toda esa carga peligrosa tiene como destino y origen Euskadi. La otra mitad parte del suelo vasco hacia el exterior, o viceversa. Sólo un escaso 0,2% del transporte de elementos peligrosos pasa de largo por Euskadi, con destino y origen en los extramuros vascos.

Este sistema será el pionero en Europa. Las 24 cámaras formarán un anillo circular en todo el territorio. Un centro de control procesará toda esa información. Las cámaras

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