El presidente de la Junta, Juanma Moreno, aseguró el pasado domingo que las nuevas medidas restrictivas decretadas en Andalucía desde el martes irían acompañadas de un plan de rescate para los sectores más golpeados por la pandemia del coronavirus. Y este jueves, justo el día en que miles de hosteleros se echaron a la calle para reclamar ayudas que eviten su "ruina", el presidente anunció una inyección millonaria para paliar las consecuencias económicas de la Covid-19.

Moreno explicó que se trata de una partida de 660 millones de euros destinada a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas de Andalucía, sin especificar ningún sector en concreto. El plan cuenta con tres líneas diferenciadas: una de ayudas directas, dotada con 215 millones; otra de 350 millones de euros para avales; y una tercera de 94 millones para ayudas indirectas, a través de la reducción de impuestos.

Por el momento, poco más se conoce sobre esta medida que ahora se irá perfilando, si bien el presidente confió en poner en marcha "en los próximos días" una fórmula que permita llegar "al mayor número posible de personas damnificadas" por la crisis. Lo que sí aseguró el popular es que hay que ser "muy serios y rigurosos, con planteamientos que sean viables", ya que, según admitió, existen "limitaciones presupuestarias, económicas o de carácter normativo" que impiden que se puedan poner más recursos sobre la mesa. En cualquier caso, incidió, las ayudas se van a poner en marcha desde el "máximo realismo y rigor", sin "pretender vender ninguna moto", ya que "se sabe hasta dónde podemos llegar".

Tasas municipales

Moreno advirtió que la Junta no puede afrontar el actual escenario económico "en solitario" y defendió que para que las ayudas "sean más amplias y extensas necesitamos la colaboración del resto de administraciones". En este sentido, incidió en que el Gobierno central, con quien se mostró dispuesto a sentarse para dialogar, "debe tener un papel destacable", al igual que los ayuntamientos y las diputaciones en lo que a tributos locales se refiere.

Al hilo, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, reclamó a la Junta que "llegue al máximo de sus posibilidades" en el plan de "rescate" económico anunciado. Y anunció que el Ayuntamiento, dentro de sus competencias, está "concluyendo un estudio para hacer una propuesta concreta en unos días" en relación a los tributos municipales. "Por la actividad que no se desarrolle, no se cobrará la tasa", indicó el regidor, precisando que esta medida se aplicará en función del grado de suspensión de la actividad. 

Pero avisó de que el Consistorio no tiene "capacidad legal" para actuar en "otros impuestos ligados a la propiedad", como el IBI, si no media un ajuste estatal en la materia. Y recordó que los ingresos son "básicos para mantener los servicios públicos" que presta el Ayuntamiento, que de momento se prevé que caigan "un 30%" durante el próximo año.

La hostelería se rebela

Y este mismo jueves, mientras el presidente de la Junta mantenía una reunión con la Confederación de Empresarios de Andalucía, la Asociación de Trabajadores Autónomos y las Cámaras de Comercio de Andalucía –que se mostraron "satisfechos" con el plan de ayudas anunciado–, miles de trabajadores de la hostelería inundaron las ocho capitales de la comunidad para reclamar "medidas reales que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas" del sector.

Bajo el lema Sin ayudas nos arruinan, los hosteleros piden a las administraciones ayudas directas a fondo perdido, la eliminación total o parcial del pago de los alquileres durante los periodos de cierre, un IVA al 5%, no subir los impuestos directos o indirectos y poner en marcha bonos para familias y empresas aplicables al consumo directo en la hostelerías.

Igualmente, solicitan derogar la cláusula de los ERTE que obliga al mantenimiento del empleo en los seis meses siguientes a la reanudación de la actividad, un Plan Estratégico de la Gastronomía de España y una moratoria automática con ampliación de los periodos de carencia de la devolución de los principales créditos.