Así lo anunció el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, mediante un comunicado en que se explica que, tras esa novedad, "se ha suspendido el juicio para poder realizar una instrucción suplementaria, para que se tome declaración en calidad de imputado al hermano del acusado y para que se practiquen todas las diligencias necesarias para clarificar los hechos".

Éstos se produjeron el 5 de enero de 2007, cuando falleció la bebé y se descubrió que presentaba hematomas en distintas partes del cuerpo, varias costillas rotas y otros síntomas de maltrato, según se recordó hoy en la vista oral del juicio contra los acusados iniciales de la muerte: su madre, María Inmaculada V.G., de 20 años; y el compañero de ésta, Yeray G.P., de 22 años.

Acusados que en todo momento negaron haber hecho daño a la pequeña y cuyas imputaciones han quedado en cuestión el día en que empezaba a juzgárseles después de que un hermano de Yeray G.P. declarara en la vista que él podría ser el culpable de la muerte.

Libertad provisional

Tras ello, en el comunicado del Tribunal Superior de Canarias se explica que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha decretado la libertad provisional de ambos, debido a que "el tribunal ha estimado la petición de libertad que hizo la defensa de los imputados". "Ya que -se argumenta- ni el Ministerio Fiscal ni la acusación popular se han opuesto a tal medida, después de que el hermano de Yeray se haya autoinculpado de la muerte del menor".

El fiscal y la acusación particular, representada por el Cabildo de Fuerteventura, solicitaban inicialmente para cada uno de los acusados penas de 18 años de prisión, 15 por un delito de homicidio y 3 más por otro de malos tratos habituales.

Los abogados de la defensa pidieron, por contra, la absolución de ambos acusados, que negaron haber maltratado al bebé, que estaba al cuidado del acusado, al igual que su hermana, de año y medio en ese entonces, si bien ninguna de las dos niñas eran suyas.

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