Para que los bañistas de las playas urbanas de Riazor, Orzán, Matadero y San Amaro no tengan que pegar su toalla con el de al lado aún habrá que esperar. Al menos, hasta el verano de 2010, cuando el Ministerio de Medio Ambiente finalizará el proyecto de ampliación de los arenales urbanos de A Coruña, a excepción de Oza. Y se iniciarán los trabajos con unos seis meses de retraso, ya que el plan iba a comenzar a realizarse el pasado otoño.

En total, estas cuatro playas recibirán 320.000 metros cúbicos de arena (que se transportarán por mar) con el objetivo de ganarle a la costa un espacio de 25 metros para dar cabida a otros 5.000 bañistas (actualmente hay espacio para 26.000). Esa actuación, además de ampliar el arenal para los ciudadanos, permitirá que la Coraza no sea un obstáculo y que se pueda pasar andando de Riazor al Orzán.

Barrera contra el oleaje

Pero no sólo por eso se aportará más arena. Otra de las metas es que esas playas, ya más anchas, sean una barrera natural contra los temporales, una labor que realiza ahora el Ayuntamiento con las dunas artificiales en Orzán y Riazor para proteger toda la balaustrada.

El aporte de arena es fundamental para evitar que el mar se acerque como ahora al Paseo Marítimo. De hecho, de poco valieron las dunas el pasado mes de marzo, cuando olas de hasta diez metros se llevaron por delante 150 metros de muro y dejaron a cinco personas heridas.

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