En concreto, la supuesta pelea tuvo lugar a medio de día, cuando 68 internos del Módulo 14 de la Unidad de Preventivos --que alberga a internos jóvenes-- regresaban del área sociocultural después de haber visto la película 'El asesino'.

A los pocos minutos, comenzó a producirse una "trifulca" en el patio del módulo, en la que intervino un número muy importante de internos. Varios de ellos, de origen musulmán, comenzaron a correr hacia la puerta de entrada/salida del patio, perseguidos por un grupo muy numeroso de internos, de origen español.

En ese momento, había de servicio un funcionario y una funcionaria, que tuvieron que ser ayudados por dos internos para conseguir separar a los internos que eran perseguidos, y hacerles entrar en el hall del módulo.

Tras ello, los internos que hasta ese momento eran perseguidos, pasaron a ser agresores de un grupo de internos españoles que se encontraban en ese hall realizando tareas de limpieza, a los que comenzaron a agredir con palos y bolígrafos --a modo de pinchos--.

Solamente después de que acudieran funcionarios procedentes de otros módulos, consiguieron solventar la situación y poner freno a esta "batalla campal", indicaron desde el sindicato, quienes puntualizaron que varios internos presentaban heridas de gran tamaño, que requirieron tratamiento médico e, incluso, algunas de ellas, múltiples puntos de sutura.

Los funcionarios no están preparados

Ante estos hechos, Acaip tildó de "inaudito" que en un centro penitenciario se proyecten películas de contenido violento a los internos, especialmente a los más jóvenes e influenciables, y se preguntó si acaso es éste el tratamiento y reinserción que desde la Secretaría Generalde Instituciones Penitenciarias se propugna para los internos.

Explicaron que los funcionarios de Instituciones Penitenciarias "no están preparados para hacer frente a estas situaciones", ya que son funcionarios civiles del Estado y la mayoría no ha recibido ningún tipo de entrenamiento para afrontar hechos como éstos.

En este aspecto, resaltaron que a pesar de que en "numerosas ocasiones" se ha pedido que se cree un cuerpo especial, con un entrenamiento y formación adecuados para este tipo decasos, a semejanza de lo que existe en otros países europeos, los máximos responsables de las prisiones españolas "miran para otro lado, y no quieren reconocer la realidad".

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