"Sólo había policías y tanques, pero ni agua ni comida"

La familia Fusté ya ha llegado a Barcelona procedente de Nueva Orleans, de donde ya ha sido evacuada también una estudiante valenciana.
Clara Díez (i), Josep Fusté (c) y su hijo Aitor en el aeropuerto de Barcelona procedentes de Houston.
Clara Díez (i), Josep Fusté (c) y su hijo Aitor en el aeropuerto de Barcelona procedentes de Houston.
EFE
Clara Díez (i), Josep Fusté (c) y su hijo Aitor en el aeropuerto de Barcelona procedentes de Houston.

La familia Fusté-Díez, rescatada el sábado de Nueva Orleans, ha llegado por fin a Barcelona. Josep Fusté y Clara Díez, ambos funcionarios de la Generalitat, y su hijo Aitor, de 18 años, han confesado haber vivido un calvario, tanto por el huracán en sí como por la situación posterior, donde "no había coordinación, ni autoridad, era como si fuera una guerra y no la organización de una ayuda humanitaria", indicó Fusté.

"Había policía y tanques por todas partes, pero no había comida ni agua, no vimos ni a una sola persona de la Cruz Roja. No sé si es un problema de medios, pero de coordinación seguro", explicó Clara Díez.

Ya con la tranquilidad de estar en casa, la familia relató que el pasado domingo, ante la previsión de que el huracán 'Katrina' afectara a la ciudad el lunes, intentaron adelantar el regreso, "pero nos encontramos con que nuestra compañía y otras habían cancelado los vuelos y, por tanto, en vez de facilitar la evacuación antes de la catástrofe, la gente se tuvo que quedar".

Los Fusté-Díez regresaron a su hotel, situado en el barrio francés, donde soportaron el paso del huracán, y, a pesar de que no resultó muy afectado, lo tuvieron que abandonar el miércoles.

"Nos trataron muy bien, pero llegó un momento en que la situación era insostenible, no había agua, ni luz y escaseaban los alimentos, por lo que el hotel contrató diez autobuses para evacuar a unos 500 clientes, pero los autobuses no llegaron porque el Ejército los confiscó para destinarlos a otra finalidad", relató Fusté.

Empezó entonces su deambular por las calles de la ciudad junto a un centenar de personas buscando un lugar seguro y la forma de comunicar con el exterior para poder salir de allí.

Saquedaores por todos lados

"Vimos gente que cogía cosas de los supermercados para comer y otros grupos que saqueaban lo que encontraban, el clima se fue deteriorando poco a poco y al final lo que había era gente dando vueltas o en los mal llamados centros de acogida", recordó Josep Fusté.

El funcionario explicó que "había mucha policía y muchos militares, pero nadie a quien preguntar qué podíamos hacer para salir de allí o que nos ofreciera ayuda".

La familia ha agradecido la ayuda del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la embajada española y de la Generalitat por las gestiones realizadas para organizar su viaje de regreso y ha mostrado su alegría por estar de nuevo en casa.

Por otra parte, está previsto que en los próximos días lleguen a Barcelona la diputada del PSC Lourdes Muñoz y su familia, también atrapados por el huracán en Nueva Orleans y evacuados ya a Houston.

Tres españoles en la zona

Otra ciudadana española, la estudianta valenciana Lorena Hernández, también ha sido ya evacuada de Nueva Orleans.

Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores está informado de la presencia de dos sacerdotes españoles en Nueva Orleans, de los cuales uno ha pedido ser evacuado, aunque no desea regresar a España. Este religioso ha pedido que no trascienda su identidad ni la congregación a la que pertenece.

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