La superficie forestal arrasada por el fuego el pasado año se ha reducido a la mitad respecto a 2007 y el número de grandes incendios es cinco veces menor, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, un total de 40.977 hectáreas de superficie forestal han sido calcinadas por las llamas, frente a las 86.112 hectáreas del año anterior y las 131.774 hectáreas de media del último decenio.

Además, el pasado año se registraron tres grandes incendios (los que queman más de 500 hectáreas), un número muy alejado de los 16 del pasado año y de los 31 de media de los últimos diez años.

El total de siniestros en 2008 ha sido de 11.610, de los que 4.181 fueron incendios propiamente dichos (más de una hectárea calcinada) y el resto (7.429), conatos (menos de una hectárea).

La mayor parte de la superficie quemada el pasado año es de matorral y monte abierto (29.152 hectáreas), mientras que la superficie arbolada arrasada por las llamas ha sido de 7.636 hectáreas, y la superficie de pastos y dehesas de 4.188 hectáreas.

Más de la mitad de los incendios forestales (el 51,37%) han tenido lugar en la zona noroeste, que comprende las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, y las provincias de León y Zamora.

Estos fuegos arrasaron el 60,31% de la superficie forestal total afectada.

El 32% de los incendios se localizó en las comunidades interiores (las provincias del resto de comunidades no costeras, excepto León y Zamora); el 15,39%, en la zona mediterránea (comunidades costeras con el mar mediterráneo) y el 1,24% restante, en Canarias.